Mérida, Abril Jueves 25, 2024, 09:45 am
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte,
anuncia en el Senado que acudirá esta tarde, tras el debate en curso,
al Palacio del Quirinal para presentar su dimisión al presidente de la
República, Sergio Mattarella. En un claro y rotundo discurso, nada
habitual por su dureza, ha criticado muy duramente al vicepresidente y
ministro del Interior, Matteo Salvini, sentado a su derecha, considerando que ha sido un «irresponsable»
por plantear en pleno mes de agosto una crisis de gobierno «por interés
personal y de partido y no respetar las reglas». Duras palabras que han
tenido la inmediata reacción de protesta de los senadores de la Liga. Se
trata de una crisis que, según Conte, «ha comprometido el interés del
país y al Gobierno del cambio». Según el primer ministro, el
comportamiento del líder de la Liga «ha demostrado escasa sensibilidad y
grave carencia de cultura constitucional». Conte ha llamado a Salvini
un «oportunista político», por su «grave gesto» de «buscar un pretexto»
para poner en marcha la crisis de gobierno. El jefe del Gobierno
ha sido especialmente crítico, hasta el punto de decir que estaba
«preocupado», por la actitud de Salvini de pedir «plenos poderes». Conte
le ha reprochado a Salvini su amenaza de que, si pierde el poder,
saldrá a las plazas de Italia para recuperarlo. Giuseppe Conte ha
destacado que en una democracia son «necesarios los pesos y contrapesos».
«Tenemos necesidad de personas con sentido institucional», ha dicho
Conte. El primer ministro, católico y fiel devoto del Padre Pío, ha
criticado también a Salvini por el uso que ha hecho públicamente de
«símbolos religiosos», lo que en opinión del jefe de Gobierno puede
«ofender el sentimiento del creyente» e ir en contra de la «laicidad del
Estado». A
Giuseppe Conte le ha respondido Matteo Salvini con cierto resentimiento
por la gran dureza que utilizó el primer ministro. Comenzó diciendo que
«volvería a hacer todo lo que he hecho». Se sintió extrañado de haber
estado en el gobierno de Conte trabajando juntos durante más de un año,
después de que este le hubiera dedicado en su discurso «insultos como
irresponsable, peligroso, ineficaz, oportunista, autoritario…».
Inevitable fue la referencia de Salvini a su política de «puertos
cerrados», mostrándose orgulloso de que «Italia solo entrará el que tenga permiso». ABC