Estocolmo.- El Premio
Nobel de Medicina fue atribuido el lunes a dos estadounidenses y un
británico cuyas investigaciones sobre la adaptación de las células a los
niveles variables de oxígeno abren perspectivas en el tratamiento del
cáncer y la anemia.
El de Medicina inicia la
temporada de los premios Nobel, que proseguirá con el de Física el
martes, Química el miércoles, Literatura el jueves y Economía el lunes
14.
El viernes 11, en Oslo, será revelado el o los nombres de los laureados
al Nobel de la Paz.
Los investigadores
estadounidense William Kaelin y Gregg Semenza y el británico Peter
Ratcliffe fueron premiados por sus investigaciones "que revelan los
mecanismos moleculares producidos en la adaptación de células al aporte
variable de oxígeno" en el cuerpo, subrayó la Asamblea Nobel del
Instituto Karolinska en Estocolmo, que había recibido 633 nominaciones
para este año.
"La importancia fundamental del
oxígeno es conocida desde hace siglos, pero el proceso de adaptación de
las células a las variaciones del nivel de oxígeno ha sido durante
largo tiempo un misterio", explicó la Asamblea.
Estos
mecanismos están igualmente implicados en los tumores, cuyo crecimiento
depende del aporte en oxígeno a la sangre, en particular en ciertos
cánceres de progresión rápida, como el de hígado, que consumen tanta
energía que queman todo el oxígeno disponible en torno a ellos.
"Los
intensos esfuerzos actualmente en curso en laboratorios universitarios y
empresas farmacéuticas están centrados en desarrollar medicamentos
capaces de interferir en diferentes fases de una patología, activando o
bloqueando el mecanismo de captación de oxígeno" explica el jurado del
Nobel.
Kaelin, de 61 años, trabaja en el
Howard Hughes Medical Institute en Estados Unidos; Semenza, de 63,
dirige el programa de investigación vascular en el John Hopkins
Institute de investigación sobre ingeniería celular; Ratcliffe, de 65,
es director de investigación clínica en el Francis Crick Institute de
Londres y del Target Discovery Institute de Oxford.
Semenza estudió el gen EPO que permite que el organismo cree más
glóbulos rojos y aisló segmentos de ADN específicos que lo ayudan a
adaptarse a niveles bajos de oxígeno.
"Nos
dimos cuenta, en los años 1980, que al nivel de los riñones, el
organismo fabrica una hormona llamada EPO. La gran cuestión era saber
cómo podían sentir las células que no tenían suficiente oxígeno para que
el organismo produjera el EPO. El trabajo de estos investigadores nos
permitió comprenderlo", explicó Olivier Hermine, médico e investigador
del Instituto Necker de París.
Desde Oxford,
Peter Ratcliffe indicó que estaba solicitando una subvención cuando
recibió la llamada de Estocolmo.
"Como para casi cualquier descubrimiento científico, sus consecuencias
llegan demasiado tarde. En realidad, nosotros ni nos planteamos la
importancia del espectro de ese sistema cuando empezamos a trabajar en
él", declaró en la web nobelprize.org.
Los
premiados recibirán el 10 de diciembre una medalla de oro, un diploma y
un cheque de 9 millones de coronas (unos 830.000 euros, unos 910.00
dólares), que se repartirán.
El 10 de diciembre es la fecha aniversario de la muerte del inventor
sueco Alfred Nobel, que instituyó estos premios y los dotó
económicamente al legar lo esencial de su inmensa fortuna a una
fundación que lleva su nombre.
En 2018, el
premio de Medicina fue para el estadounidense James P. Allison y el
japonés Tasuku Honjo por sus investigaciones sobre la inmunoterapia, que
se revelaron particularmente eficaces en el tratamiento contra los
cánceres virulentos.