Los servicios over-the-top
(OTT) corresponden a la transmisión de audio, video y otros contenidos mediante
Internet, sin la participación de los operadores tradiciones en la distribución
del contenido. Son proporcionados por empresas que ofrecen televisión, radio,
vídeo, música, almacenamiento y mensajería instantánea por Internet. La importancia
de estos servicios en la economía mundial ha crecido debido a que acercan
rápidamente las innovaciones tecnológicas a sus clientes, representan un nuevo
modelo de negocios, y porque su actividad económica se desarrolla utilizando la
infraestructura de los proveedores tradicionales de telecomunicaciones.
Acerca de esto último, se ha generalizado la idea de
que las empresas de servicios OTT no invierten en infraestructura, por ende, se
aprovechan de las inversiones realizadas por las empresas de
telecomunicaciones. Este análisis simplista omite que los proveedores de
servicios OTT invierten en centros de datos, redes locales y demás
infraestructura, que permite realizar de manera flexible y eficiente el
intercambio de datos.
No son solo empresas en Internet, son proveedores de
servicios que garantizan la interconexión de diferentes mercados. Por ejemplo,
Facebook, Instagram, Twitter, entre otros servicios de redes sociales,
funcionan como plataformas para conectar a los espectadores de contenido con
los anunciantes de bienes y servicios. Google, con YouTube, el motor de
búsqueda y demás servicios, realiza exactamente lo mismo que las redes
sociales. Uber, Ola, Lyft, Didi, entre otras plataformas de viaje compartido,
conectan a los pasajeros con los conductores. Mientras que AirB&B y otros,
conectan a los visitantes con los propietarios de casas y apartamentos que
están dispuestos y en capacidad de monetizar su capacidad disponible.
El éxito de estas nuevas compañías de Internet ha
estado en su capacidad para capturar y dar en gran escala valor agregado tanto
a los propietarios como a sus consumidores. En este sentido, la gran diferencia
entre estas empresas y los servicios que prestan los periódicos o los centros
comerciales, es la capacidad de alcanzar una escala y ofrecer valor a un número
más grande de consumidores potenciales.
De esta manera, su exitosa incorporación a la
economía mundial es resultado de los efectos indirectos que estos modelos de
negocios en Internet han generado. La mayoría de ellos efectos cualitativos que
tienen que ver con una mayor transparencia y la disponibilidad de información. Por
ejemplo, Uber, Ola, Lyft, Didi, entre otras plataformas similares, se volvieron
más valiosas en la medida que aumentaron su tamaño. Así, los algoritmos en que
se sustentan utilizan más información-- ubicación de los conductores y
pasajeros, para optimizar los viajes; y su uso extendido a una población mayor
brinda mejores señales de precios que ayudan a los participantes a decidir.
La mayoría de estas empresas de servicios OTT forman
parte de una plataforma: tiendas de aplicaciones, mercados, proveedores de
contenido, redes sociales, viajes compartidos, movilidad empresarial,
productividad, y hospedaje. Y dentro de estas plataformas son las responsables
de aportar valor agregado a los mercados que conectan, provocando cambios
significativos en la manera de tomar decisiones de producción y consumo. Han permitido:
a) calificar los productos comprados, b) ordenar las mercancías elaboradas, c) mayor
número de transacciones, d) acercar a productores y consumidores en la moderna
estrategia minorista de venta de bienes a la carta, e) facilitar la elección de
insumos, y f) reducir los costos de elaboración de bienes y servicios.
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