Mérida, Abril Viernes 19, 2024, 02:55 am
Rubén Darío Villafraz
@rubenvillafraz
La sociedad venezolana está entrando en una espiral
de violencia y pérdida de valores donde da grima lo que se pueda esperar de
cara a la cada vez más acentuada crisis económica que nos acongoja. La muestra
está en que uno no sabe si sale a la calle y literalmente te puedan robar en el
transporte, la calle o en el sitio donde se encuentra en ese momento. O porque
no, matarte por simple gusto de mentes perversas que han perdido el sentido de
valor de la vida, como lo ocurrió este sábado a nuestro buen amigo y gran
compañero en el callejón de la Plaza de Toros Coliseo El Llano de Tovar, Lic.
Jorge Luis Duran, quien con el paso de los años, y su innegable afición sembró
de fiesta brava sus sabrosas transmisiones taurinas para toda la Sultana del
Mocotíes.
Sería este sábado, tal y como nos lo señala el joven
periodista Adán Contreras, cuando la parca presente en la personas de dos
“malandros” en plena Plaza Bolívar de La Playa, al frente de su local
comercial, revisando su teléfono móvil se le acercarían y conminaron a entregar
dicho teléfono. Por un simple teléfono ¡¡¡¡Señor Mío!!!, y la negativa de este
a entregárselo, el certero balazo en la cara truncaba la vida de un hombre que
fue primero ante todo buena persona, gentil, culto, y en especial uno de tanto
de nosotros que ansía desde ya que este oscuro momento que transitamos sea solo
uno de los momentos más tristes como nación y sociedad. De verdad que pena.
La familia del toreo está de luto. Así como fue este sábado Jorge Luis Duran puede ser cualquiera de nosotros en unas circunstancias que desgraciadamente al final de cuenta se pierde el Don más preciado de todos, como es la vida, esa misma que para muchos enfermos que genera esta situación país pululan diariamente por nuestras calles, a golpe de bala imponiendo la sinrazón.
Que el Señor Misericordioso se apiade de ti estimado Jorge Luis Duran. Desde lo alto estarás acompañándonos las tardes de toros que siempre y con gran afición llevabas en tu relato a toda la vasta grey de taurinos que conocimos y supimos de tu bondad y gran profesionalismo, delante del micrófono y al frente de tus alumnos.