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"Contemplar el pesebre en tiempos de pandemia” por Padre Edduar Molina Escalona

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"Contemplar el pesebre en tiempos de pandemia” por Padre Edduar Molina Escalona



Nos adentramos a una de las más bellas celebraciones del tiempo litúrgico: “La Navidad”, tiempo en el que “Dios sale al encuentro del hombre y el hombre sale al encuentro de Dios”. Encuentro en el amor y en la humildad de un pesebre recordándonos que Dios no se manifiesta en el ruido del mundo, ni en el orgullo y la prepotencia humana, sino que se revela en lo cotidiano de nuestras vidas, en la humildad y el silencio, allí donde su presencia se hace sentir y su voz resuena con su lenguaje universal: el amor.


 


Cada uno de los personajes bíblicos que vemos en el Belén, nos colocan en marcha para ir al encuentro del otro, del hermano, del Dios hecho rostro en nuestra humanidad. Así el ángel Gabriel se pone en camino para anunciar a María que será la Madre de Dios. Así mismo, nosotros estamos llamados a ser hombres y mujeres de “buenas noticias” de anunciar amor, paz y unidad a todos en medio de un mundo sacudido por malas noticias y pandemia.


 


Contemplar la Virgen María luego de ser anunciada por el Ángel, es mirarnos cada uno de nosotros, convocados a salir a servir a tantas “Isabeles” que hoy necesitan de nuestra solidaridad y cercanía. Estamos urgidos de “salir presurosos”, como María, en actitud de servidores de la vida, en un mundo cada más insensible y deshumanizado, valdría la pena mirar alrededor y descubrir el dolor de tantos hermanos que han perdido la esperanza. Como María estamos llamados a cantar el Magníficat de que “El Poderoso ha hecho obras grandes en nosotros”, adoptando nuevas actitudes para mi prójimo, desde una sonrisa, una palabra cargada de afecto, junto al arrimar nuestro hombro a sus problemas más cotidianos.


 


También unos pastores fueron los primeros en adorar al niño Dios. Cuanta falta nos hace vivir en actitud de pastores, atentos y vigilantes a la voz de Dios que nos habla en las alegrías y tristezas, en los gozos y luchas de cada día y seguir su voz que nos dice: ¡no temas, que yo estoy con ustedes todos los días hasta el fin del mundo” (…).


 


Por último, unos magos se pusieron en camino desde Oriente, siguiendo una estrella para llegar a Cristo verdadera luz de todos los pueblos. Cuántas falsas estrellas seguimos en la vida: ¿La del despilfarro?, cuyo resplandor puede producir la ceguera de la vista, del corazón y de la cartera ¿La estrella de la suerte de la lotería?, que crea una vana ilusión ¿La estrella del ansia de salir de la cuarentena?, que pasan enseguida ¿La estrella del regalo fácil?, con el cual derrochamos la paga extraordinaria, ¿La estrella del reposo?, para recuperar las fuerzas físicas, que enseguida se vuelven a perder ¿Por qué no seguir la estrella de Belén?, se encuentra muy cerca de ti, en tu corazón. Esta estrella te guiará a Jesús, ya no necesitarás más estrellas, porque a partir de entonces el iluminará tu vida y la de tu gente.


 


Demos gracias a Dios por el 2020 que nos ha enseñado que somos vulnerables, que la muerte está a la puerta, pero que Dios tiene la última palabra y su palabra es Vida. Recibamos el 2021 como don de Dios, para escribir sus días con la pluma del trabajo, el amor, el esfuerzo y la constancia, con esperanza e ilusión. Cada año vivido es añadir “buenas obras” a mi equipaje de la eternidad.


 


La invitación quiere ser muy concreta y sencilla: Mira el pasado y agradece a Dios la multitud de manifestaciones de su amor incondicional, a través de tantas personas que caminan codo a codo contigo, ángeles enviados por Dios para acompañar tus horas de soledad y para animarte en la búsqueda de tus más nobles ideales. Si al mirar tu pasado encuentras heridas aún abiertas., en un ejercicio de nobleza y generosidad perdona. No es posible continuar la marcha "con una piedra en los zapatos", mirar con nostalgia el pasado no es fecundo ni positivo, no tengas miedo. Por el contrario, VIVE este MOMENTO PRESENTE (…) sabiendo valorar, como conviene, lo aparentemente pequeño e insignificante. Y lo mejor, ábrete a un nuevo calendario que estrenarás ahora, deja que el Señor de tu vida y de tu historia tome tu mano para escribir, juntamente contigo, las más bellas páginas de amor y de ternura, Él guía tu mano y tus pasos, solo déjate moldear por su voluntad y serás inmensamente feliz.


 


Que el Señor nos colme de bondad y de alegría para que cuantos conviven contigo o se acerquen a ti encuentren en tu vida un poquito de Dios.  


 


Terminemos juntos con esta oración ¡Danos Señor la capacidad de vivir un año feliz y enséñanos a repartir felicidad.


 


Mérida 13 de diciembre de 2020


 






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