Mérida, Enero Lunes 30, 2023, 01:21 am
Cuando en 2015 la organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) hizo público el informe Base Erosion and Profit Shifting, se evidenció la dificultad que a nivel de recaudación tributaria representa el desarrollo de actividades dentro de la Economía Digital (ED). La imposibilidad de gravar rentas de las empresas digitales multinacionales sin establecimiento permanente, además de la dificultad para reconocer el comercio fronterizo, la ausencia total de registros contables de montos monetarios manejados, el anonimato de las actividades de comercio y finanzas, han expresado el mayor desafío para las finanzas públicas en materia de recaudación de impuestos sobre actividades económicas que son tan grande como la economía formal, y ello ha implicado competencia económica a nivel de actividad productiva no conocida, con impactos ascendentes sobre las bases de los ingresos públicos.
Mencionada situación unida a la pandemia covid-19 en el
que se cambió tanto los hábitos de consumo, trabajo como las tradicionales formas
de intercambio comercial y transacción financiera, han potenciado el desarrollo
de una Economía Digital de cuyos aportes tributarios no existen registros y
beneficios. Esta situación desafía a las diferentes administraciones publicas
tributarias inmersas en una realidad de economía digital, porque la ED crece a
niveles exponenciales. Se cree que a nivel de Asia Pacifico y América Latina el
aporte de la economía digital como porcentaje del PIB es, para Asia Pacifico
entre 4 y 12% anual mientras para América Latina el 1,35% destacando países
como Chile cuya economía digital aporta el 3,4% al PIB y Colombia que aporta un
5% del PIB. Este potencial no puede ser ignorado por los gobiernos porque es un
tipo de economía que no puede ser limitada por leyes o normas y tampoco por
jerarquías menos con armas militares. Los beneficios que aporta este tipo de
economía evidencia un espacio para aprovechar los beneficios de dichas
actividades para aumentar y mejorar la administración de los ingresos
tributarios a través de la acción directa a nivel nacional e internacional. Si bien
la economía digital no posee establecimientos permanentes, usa la plataforma
digital en la que todos a nivel colaborativo participamos desde el sencillo de usuarios
individuales del internet, suscriptores de teléfonos móviles o celulares smatphone. De esta manera, los gobiernos
en América Latina, pueden encontrar un referente en Asia Pacifico, ya que, los
gobiernos en esta región no solo han reconocido la importancia de la economía
digital en la realidad humana de sus sociedades, de la región y de conexión
global, sino que han demostrado que los usos de los servicios digitales básicos
son esenciales para la vida, que enmarcan la vanguardia de la innovación
digital como una oportunidad de nuevos escenarios de actividades económicas. Ello
ha implicado para la región asiática, el reconocimiento de la importancia de
los potenciales beneficios que la inteligencia artificial (IA) y el aprendizaje
autónomo (Machine Learning) están
aportando a sus realidades económicas, por ende lejos de dejar al mercado para
su libre acción ha desarrollado e impulsado políticas de apoyo y promoción al
desarrollo de la economía digital, como mecanismo para generar una
infraestructura digital coherente y consistente con las necesidades de este
tipo de actividad.
Al respecto, algunos gobiernos como el de Singapur y Taiwán, han adoptado un enfoque amplio para desarrollar estrategias de apoyo al desarrollo de la IA en el marco de sus institutos de comunicaciones. Otros países como Australia y la República Popular China, han desarrollado un enfoque sectorial para mejorar la industria y crear mercados nacionales para la IA, este es el caso del Plan de Crecimiento Tecnológico y Científico y la Alianza de Innovación de la Industria de la Inteligencia Artificial. En general la región ha invertido desde 2019 aproximadamente unos 523.000 millones de dólares en el desarrollo de la infraestructura digital del blockchain, tecnología digital habilitada que permitió desde 2019 a Singapur, desarrollar la plataforma de pago multidivisa de su autoridad monetaria y el intercambio de datos de startups Indonesia HARA en el sector de la alimentación y agricultura en Indonesia.
A pesar de estos avances y reconocimiento la economía digital representa un gran reto para las arcas públicas porque exige un gobierno digital que pueda integrar a las empresas digitales dentro de los principales aportadores de ingresos, ello sin duda aportara y aumentara los ingresos que en pandemia son necesarios, para ellos es necesario ña alfabetización digital y acceso a los servicios digitales para hogares de bajos ingresos y personas mayores, asimismo, la seguridad de datos no solo expresa el uso seguro de los datos de quienes colaboran en el crecimiento y expansión de la economía digital, también representa el conocer qué es y para qué existe una empresa digital. Con ello la digitalización de las actividades generaran confianza y además permitirá una administración tributaria efectiva. Finalmente, la experiencia de quienes han reconocido la importancia de la economía digital en la actualidad con quienes apenas la están conociendo exige trabajo colaborativo, que en términos generales permitirán acceder a los recursos tributarios que son creados de manera colaborativa en el ecosistemas de la Economía Digital.
@zerpasad