Mérida, Septiembre Martes 26, 2023, 06:41 pm
Acción Democrática, bien llamado el Partido del Pueblo, cumple hoy ochenta años de haber sido fundada. Un destacado grupo de intelectuales, profesionales, representantes de todos los sectores de la sociedad civil de la Venezuela de los años cuarenta, junto a nutrida concurrencia popular, se dieron cita en el Nuevo Circo de Caracas para el mitin inaugural, en la tarde del día 13 de septiembre de 1941, que tuvo como oradores principales al poeta Andrés Eloy Blanco, al maestro y escritor Rómulo Gallegos y al líder político Rómulo Betancourt.
Desde entonces, AD, nacida para hacer historia, la viene haciendo, y buena en la inmensa mayoría de sus ejecuciones a favor, primero, del asentamiento de la democracia; segundo, la conversión de un país rural en otro disparado hacia la modernidad y, tercero, asentando una legislación del todo beneficiosa hacia la gente. Desde el voto para las mujeres hasta la nacionalización del hierro y del petróleo y, a costa de todo sacrificio, liderar la Resistencia a la dictadura de Marcos Pérez Jiménez para, abrazada con el pueblo, recobrarle a Venezuela la libertad.
Acción Democrática fue construida a pulso y su militancia surgió de todos los rincones de nuestra geografía donde sus organizadores fueron a buscar a los mejores. Desde el campesino sembrador de papa en los campos parameros de La Grita, en el Táchira, al pescador de El Tirano, en Margarita y, desde la universidad, el liceo y la escuela, hasta la playa del mercado libre, la fábrica, el barrio, la urbanización, la aldea. Tierra, pan y trabajo fue lo ofrecido, y tierra, pan y trabajo lo que se les entregó por la vía de una reforma agraria modelo en Latinoamérica, que dinamizo, triplicó el sembradío y la producción del alimento, al tiempo que se le daba cumplimiento a la superación social al hombre del campo pues allá también llegó la escuela, al pueblo el liceo y crecía el empleo, la pequeña empresa, la fábrica.
El sueño de todos comenzó a convertirse en realidades. Por obra y gracia de quienes sí habían comprendido la necesidad del cambio en aquella Venezuela que lo reclamaba con urgencia y mediante sus escritos, discursos y declaraciones habían ido planificándole un provechoso futuro, como en efecto así lo fue.
Ningún analista o historiador puede negar este hecho tan cierto. La documentación que lo sostiene es vasta, su historia comprobable y los testimonios todos en cuantía, validez y peso, inconmensurables.
No hay un solo hecho fundamental en lo económico, en lo social, en la defensa misma de la soberanía, donde Acción Democrática no haya estado presente, y de manera destacada, a lo largo de éstas últimas ocho décadas. Igualmente resulta afirmativo que su conducta, sincera y honestamente nacionalista, le ha reportado gigantescos beneficios a nuestro país. Larga es la lista. Señalemos apenas tres: la fundación y excelente manejo, hasta 1998, de Pdvsa y las empresas básicas; la Fundación Gran Mariscal de Ayacucho y el respeto a la libertad y a los Derechos Humanos.
Golpeada, ofendida, perseguida por sus enemigos, que no adversarios, Acción Democrática, respetuosa siempre, valiente, esforzada y dispuesta a la defensa de los intereses nacionales es, sin duda alguna, ejemplo. Sus lineamientos ideológicos pueden enfrentarse, contrastarse y han sido perseguidos hasta la muerte misma de los que ofrendaron su vida defendiéndolos. Ejemplos: el Gran Leonardo Ruiz Pineda, capitán de la Resistencia; Alberto Carnevali, el ilustrado pensador y abridor de caminos hacia el futuro; Antonio Pinto Salinas, el poeta de la luz y de la esperanza, a quien la bala del esbirro de la SN, que seguía al pie de la letra las órdenes de Pedro Estrada, le quebró la flor que tenía por corazón y muchos más que murieron combatiendo la tiranía o pudriéndose en las cárceles o atacados por la fiebre, el hambre o la tortura en los verdaderos infiernos que lo fueron Guasina y Sacupana
¿Qué no le ha ocurrido a AD? Todo. Ha gobernado al país varias veces, y, porque así lo decidirá nuevamente la mayoría nacional, regresará al gobierno. Ha sido derrotada y se ha dividido. Pero, indómita, bravía y consecuente con Venezuela y los venezolanos, su blanca bandera ,la única, la original, la histórica, seguirá ondeando en cada rincón nacional en donde nació y creció apoyada por el pueblo.
Que hoy en día tenga secuestrado sus símbolos por otros que durante años la dirigieron y de ella en extremo se beneficiaron, es un asunto que se resolverá cuando, muy pronto, los que se fueron siguiendo a los que pretendieron llevarse al partido, se regresarán, ténganlo por seguro, muy pero muy arrepentidos. Es que el ser adeco es cuestión muy arraigada, muy seria y, ser adeco hasta que se muera es compromiso.
En
síntesis, lo vivido por la vieja AD, sabía y grande, evidencia que la
democracia, por encima de todo lo personal, lo grupal, es su mayor aliada, en
la defensa de los derechos hoy arrebatados al pueblo. Del gran total, 29.200
días transcurridos desde 1941 al presente, para ser exactos, AD puede ufanarse,
con toda razón y pruebas en mano, que tiene el corazón lleno de pueblo.