Mérida, Junio Viernes 09, 2023, 11:47 pm
El amor como sentimiento, acción, emoción, vinculo,
apego, atracción, energía, es la recompensa dentro de la montaña o pradera de
la motivación, confianza, bienestar, felicidad, compromiso, satisfacción,
relación y gratificación hacia las relaciones estrechas románticas, familiares,
de amistad, del Yo o del nosotros comunidad.
En la comunidad, el amor puede ser amor romántico porque cumple
con la función evolutiva de la persona comunitaria en sus características para
mantener la descendencia, que además busca la persona romántica para aumentar
el apoyo no parental, es decir, el amor que impulsa y crea historias de vida
compartidas. El amor familiar es netamente compromiso espontaneo, crece y se
alimenta como amor verdadero desde el vientre materno para desarrollarse en el
seno del hogar, el lugar donde se concentra un vínculo único, complicado,
verdadero y de amplios sentimientos. Con el amor familiar, cada situación dentro
del hogar es una gran y maravillosa realidad.
Pero el amor en la comunidad romántico y de familia, no
crece como naturaleza, crece del sentimiento, la acción, la emoción, el apego,
y la atracción psíquica humana por ver lo que amo bien y cada día mejor. He
visitado Venezuela, he visto y vivido la ausencia de amor hacia lo que
representa cada uno de los espacios, organizaciones, personas, familias y
ciudadanos, que, en comunidad, no encuentran eso que alguien les robo, el amor
hacia lo que representa un país como hogar. Recuerdo un lema “Libertad o Nada”,
detrás de esa frase percibí la incapacidad de amar, la inexistente capacidad, nace
de la ausencia de confianza en el otro que puedo amar, porque la “Libertad o
Nada” no ofrece bienestar, felicidad, compromiso, satisfacción y gratificación,
en su lugar, advierte, obliga y atemoriza psíquicamente, que finalmente ata la
mente.
Por ello, si la libertad es sinónimo de amor,
establecerse como obligación habla de condiciones que no se obtiene naturalmente.
La libertad y el amor no crecen en la naturaleza, crecen como muestra del apego
que se asume para aumentar un vínculo estrecho, crecen para cultivar cosas
maravillosas y sobre todo para crear y alimentar un compromiso espontaneo que
protege y hace creer en atracción, emoción y satisfacción. En Venezuela ahora
no asusta la escaza capacidad de los gobernantes, sino la demostrada
destrucción a juro de algo que no amo. Dicha ausencia de amor, ha establecido
una dinámica de desvinculación comunitaria, que ha roto el vínculo oportuno de
gobernar bien para en su lugar abrir espacios para alimentas graves problemas
que son evidentes en la regularización y uso de una moneda que no habla de la
historia republicana de un país que amo la libertad.
Fui muy bienvenida a mi país, así lo sentí cada día, cada
noche, solo pido a quienes tienen el privilegio de gobernar y dirigir a
Venezuela, que gobiernen y dirijan con amor. El amor salva, sana, crea y
perdona. El amor es sentimiento, acción, emoción, vínculo, apego, atracción,
energía, es la recompensa del compromiso espontaneo y en abajo cadenas, que hace
todo bien y mejor.
*zerpasad