Mérida, Enero Martes 31, 2023, 07:18 am
Durante el siglo XX, en plena lucha contra el comunismo,
Estados Unidos extendió su paraguas de seguridad a la región del Sudeste
Asiático. Esto dio un respiro a los países miembros de la Asociación de
Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), y les permitió concentrarse en el
crecimiento económico y la estabilidad interna. También estimuló la unidad
entre Indonesia, Malasia, Singapur, Tailandia y Filipinas por el temor a verse
envueltos en una intervención de la gran potencia. De igual forma, la ayuda y
la inversión de Japón, aliado de Estados Unidos y la economía que más rápido
creció en Asia, contribuyeron a la industrialización de varios países del
sudeste asiático.
En la actualidad, China ha desplazado a Japón como mayor
economía de Asia y mayor socio comercial de la ASEAN. Para tener una idea del
cambio de época, el Producto Interno Bruto (PIB) de China es hoy más de cinco
veces el de la ASEAN combinada, además, gasta cinco veces más en defensa que
sus pares de la región.
Así, la capacidad de los países de la ASEAN para ofrecer
una respuesta diplomática colectiva a la nueva geopolítica está en entredicho.
La ampliación de la membresía desde los cinco Estados originales del grupo ha
dificultado la conciliación de las posiciones nacionales. Las amenazas a la
seguridad han pasado de los conflictos territoriales y las rebeliones internas
a las pandemias, las crisis climáticas y el terrorismo, imponiendo nuevas
cargas a los limitados recursos de la ASEAN.
En este sentido, la política normativa de la ASEAN de
involucrar a todas las grandes potencias sigue siendo valiosa pero necesita de
un enfoque más estratégico para la nueva geopolítica del Indo-Pacífico.
Estratégico significa un enfoque centrado, global y a largo plazo para
preservar la autonomía frente a China y los Estados Unidos, en lugar de buscar
ser un apéndice estratégico de una de las dos potencias.
Al respecto, la respuesta de la ASEAN puede contener el
antiguo enfoque de la Zona de Paz, Libertad y Neutralidad (ZOPFAN). Una ZOPFAN
2.0, que abandone los preceptos empleados durante la Guerra Fría, y que permita
a los Estados miembros desarrollar algunas normas concretas de confianza y
transparencia para regular los despliegues militares en la región.
Estas medidas deben integrarse en la nueva perspectiva de
la ASEAN sobre el Indo-Pacífico. Incluyendo la posibilidad de desarrollar una
norma de "responsabilidad de consultar" y hacer que sus socios de
diálogo rindan cuentas cuando tomen decisiones que afecten a la estabilidad del
sudeste asiático sin consultar previamente al resto de países miembros.
De esta manera, la región actuará cónsona con el enfoque
ampliado del Indo-Pacífico, más unificador que la noción militar-estratégica
original. Así, mientras que el término "Asia" procede de los
nacionalistas, "Asia Pacífico" de los economistas y "Asia
Oriental" de los culturalistas, el "Indo-Pacífico" es impulsado
en gran medida por los militares-estrategas que deben ampliar su visión en
respuesta al mayor posicionamiento de la región en el mundo.
Por ahora, la estrategia militar del Indico-Pacífico
patrocinada por Estados Unidos está centrada en la posibilidad de una
asociación con la India y ASEAN para contrarrestar la "amenaza" de
China. Un enfoque alternativo centrado en el océano Índico, pero que una al
Pacífico occidental, África, Oriente Medio y el Mediterráneo, puede convertir a
esta región nuevamente en la mayor y más abierta red de comercio marítimo del
mundo. Y aunque la historia no se repite exactamente, hay que tomarla en cuenta
porque ofrece ideas y modelos alternativos para construir órdenes mundiales.
* @ajhurtadob