Mérida, Febrero Miércoles 12, 2025, 12:55 pm
La invasión de Rusia a Ucrania amenaza la recuperación
económica del mundo, debido a que influye en los resultados macroeconómicos
tanto de las naciones importadoras como exportadoras netas de materias primas.
Las primeras, ven como se dificulta la gestión presupuestaria de la
recuperación debido a los precios más altos que deben asumir para sus
importaciones. Y las segundas, porque a pesar del incremento en el ingreso por
exportaciones deben asumir los costos asociados con diversificar mercados en un
momento cuando los costos de la logística del comercio son mayores y los encadenamientos
productivos están fracturados.
En este orden, el Sudeste de Asia es una de las regiones
más vulnerables. Principalmente porque el conflicto ha provocado el incremento de
los precios del petróleo, el níquel, el trigo, el maíz, entre otras materias
primas; situación contraproducente para Tailandia, Vietnam y Singapur, que son
importadores netos de estos productos. Paralizó las iniciativas rusas de
diversificación de socios comerciales en la región, afectando las negociaciones
con Indonesia, Malasia y Vietnam. E incrementó la inestabilidad de precios,
generando mayores costos a las decisiones de consumidores, productores y
gobiernos.
Al respecto, el aumento de los precios del petróleo, el
níquel, el trigo, el maíz; las asignaciones presupuestarias otorgadas a los
hogares de bajos recursos y los incentivos fiscales brindados a las empresas
por los gobiernos de la región, como estrategia para acelerar la recuperación económica
luego de la pandemia; y el bajo ritmo con que crece la producción de bienes y
servicios, han incrementado las presiones inflacionarias en las economías del
Este de Asia.
El incremento de los precios al productor y al consumidor
en Tailandia, por ejemplo, paso de 5,73% a 11,44% interanual en marzo de 2022.
E igual tendencia se refleja en el índice de precios al consumo en Vietnam,
Malasia e Indonesia. Además, esta inestabilidad de precios tiene impactos
disimiles en la sociedad, debido a que afecta directamente a los grupos
sociales que tiene una mayor demanda de electricidad, gas y otros combustibles,
que hacen un mayor uso del servicio de transporte, y dependen de la importación
de las materias primas indispensables para la actividad productiva.
De igual manera, esta inflación ha afectado de manera
diferente a los países de la región. Esto debido a varios factores, como el
ritmo de la recuperación económica tras la crisis provocada por el nuevo
coronavirus, y las diferentes velocidades que muestran las economías del Este
de Asia en la recuperación de su demanda. Todo lo cual ha incentivado la
intervención del gobierno, mediante subvenciones al consumo de electricidad,
gas, entre otros productos, como estrategia para aliviar el impacto del
incremento de los precios de estas mercancías; especialmente en Indonesia,
Tailandia y Vietnam. Además, implementado controles de precios a los bienes
agroalimentarios para reducir el impacto del aumento de los precios de los
alimentos e insumos, limitando la capacidad de las empresas para trasladar los
mayores costos a los consumidores; especialmente en Indonesia, Malasia,
Filipinas y Vietnam.
Asimismo, los gobiernos de las naciones del Este de Asia
están priorizando la diversificación de proveedores de materias primas. Y, en
el caso de los hidrocarburos, Venezuela y Arabia Saudita han llamado la
atención al representar una fuente segura de petróleo y sus derivados. Estos nuevos
socios comerciales podrían aliviar los altos costos de las importaciones y
ayudarían a mejorar la competencia exportadora de las empresas de la región,
pero aún está por verse si esta oportunidad para unos representará beneficios
para todos.
* @ajhurtadob