REMAR EN LA MISMA DIRECCIÓN por Luis Loaiza Rincón
Luis Loaiza Rincón
Cada vez que en el
seno de la oposición se analizaron las estrategias y acciones de lucha, se
consideró que la unidad era el soporte fundamental para avanzar, dado que
permitiría promover acciones conjuntas y coordinadas de las
organizaciones políticas y de la sociedad civil. Se llegó a pensar que unificar
el mayor número de ciudadanos y factores mediante el ejercicio de un liderazgo
unitario, sería la llave maestra para abrir la puerta del cambio. Y sigue
siendo así, pero hoy nadie se ocupa de construir esa unidad.
Durante largo tiempo también se prestó mucha atención
a la organización ciudadana capaz de generar la suficiente presión interna para
mover al país. La clave era articular en un plan la acción de los dirigentes y
militantes del mayor número de organizaciones partidistas, gremios, sindicatos,
estudiantes, vecinos, ONG, iglesias, academias. Hoy prevalece la improvisación.
Es fundamental restablecer la confianza
entre entre la sociedad civil y la
política, y, en ese sentido, hacerle seguimiento a las protestas sociales,
acompañándolas solidariamente.
Debemos desarrollar permanentemente
una concepción civilista e integradora del país, repolitizar la sociedad civil y
crear conciencia sobre la responsabilidad que todos tenemos en la construcción
de una mejor Venezuela.
Estamos obligados a
desarrollar la tolerancia que sirva para limitar la constante confrontación que
existe en la oposición. En esta dirección también en importante crear espacios para
el debate que enriquezcan las estrategias y acciones conjuntas. Cuatro tipos
por su cuenta no pueden decidir todo.
En estas tareas debe existir
gran amplitud, se tiene mucho trabajo por delante y los ciudadanos exigen
atención hasta en los más apartados rincones del país. Debemos basar esta lucha
en la defensa de los derechos ciudadanos y en las libertades democráticas
consagrados en la Constitución Nacional. Que nadie se equivoque, desarrollar
musculatura social y política pasa por el entendimiento y la voluntad de remar
en la misma dirección.