Mérida, Junio Sábado 10, 2023, 01:23 pm
La reciente conmemoración de un nuevo
aniversario de la segunda batalla de la sabana de Carabobo ha mostrado cómo se
desdibuja el patriotismo que otrora nos unió como un solo cuerpo social. No
eran las escuelas y las autoridades de primer rango, era todo el país que se
mostraba orgulloso de su pasado y, como tal, se hacía un receso en todas las
actividades para recordar los héroes de los años independentistas.
Resultaba muy hermoso ver pueblos y
ciudades con sus calles vacías, con un silencio conmovedor y con miles de
banderas en casa una de las casas, o edificios. Los padres entregaban a sus
hijos libros o folletos para que supieran la razón del júbilo, mientras que las
emisoras radiales difundían programas alusivos.
En mi niñez, a través de la emisora
de Tovar escuché por primera vez el nombre de Pedro Camejo, mejor conocido como
Negro Primero. De la misma manera, en otro momento me despertó curiosidad el
Padre Madariaga, por su actuación en un día jueves santo en el cabildo de
Caracas.
El patriotismo venezolanista se ha
venido a menos. Cualquier fiesta o
cualquier día decembrino es más notorio y bullicioso, además de alegre y
compartido, que el cinco de julio, el veinticuatro del mismo mes, o el diecinueve
de abril. Tres fechas emblemáticas. Hay otras muchas que ya no se recuerdan,
especialmente las de los hombres importantes en cada municipio.
De esa manera se diluye el calendario
patriótico para llenarnos de una agenda que solo incluye visitas a los centros
comerciales, a las playas, montañas (senderismo dicen los españoles), a los
cumpleaños de personas vivas (nada de héroes del pasado), en fin, a muchos
eventos más sociales y familiares que se nuestro patrimonio cultural.
Aquí debo insertar un elemento
polémico. Las fiestas patrias han sido presentadas como uno de los elementos
ideológicos de un sector del país, por lo de bolivariano, frente a lo cual
muchos de los no afectos al régimen han terminado por apartarse de su anterior
adhesión, aprendida en la escuela, por las hazañas patrióticas. De ese modo, y
con desinterés de gobernantes, en todos sus niveles, ya no tenemos eventos
importantes, con motivación humana, que refuercen nuestra identidad o
pertenencia a una sociedad estructurada.
Lo anterior debe llevarnos a repensar
el pensum escolar, el papel de los medios de comunicación y la actividad pro
patriotismo de los gobernantes, pues, en medio de la globalización, vamos a
terminar por sumirnos en creencias, gustos, modas y tendencias extranjeras, dejando
en el desván lo que ha sido nuestra rica cultura nacionalista.
Notas separadas.
Hoy lunes envío un cordial saludo a
los periodistas venezolanos, al recordar la fecha fundacional del periódico de
la etapa independentista El Correo del Orinoco. Especialmente felicito a mis
amigos de la prensa, radio y televisión del Estado Mérida, con los cuales
guardo sentimientos de afecto y gratitud.
Agradezco mucho los mensajes que me
enviaron en esta semana los señores Jesús Colombo (taurino), María Ermita
Angulo Quintero (educadora) y Reinaldo Guerrero (profesional y dirigente social
de Tovar).
Guerrero me hizo un amplio comentario
sobre mi artículo en torno a la necesidad de contar con mejores parlamentarios,
coincide con mis criterios y expresa que la ciudadanía no ha terminado por
saber la importancia de esta institución social y jurídica.
Muchas gracias a todos.