Mérida, Septiembre Martes 26, 2023, 06:43 pm
La región Asia
Pacífico se puede representar como un grupo de Estados internamente diversos,
situados a través de pasos marítimos estratégicamente importantes, cuyas
culturas y sistemas políticos han sido profundamente moldeados por el
colonialismo y el conflicto, y que en la actualidad buscan superar los desafíos
crónicos del desarrollo en asociación con las principales potencias económicas
regionales. Al mismo tiempo, intentan evitar constituirse en piezas inamovibles
dentro del tablero de la actual competencia geopolítica mundial.
En este sentido, la
región cuenta con dos esfuerzos de comunidad regional que demuestran algunas
similitudes entre las regiones del Sudeste Asiático y del Pacífico Sur. En la
primera región destaca la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN),
y en la segunda el Foro de las Islas del Pacífico.
La ASEAN ha
desempeñado un papel importante al actuar como un punto de apoyo en torno al
cual se estabilizan las disputas entre las grandes potencias regionales y
mundiales. El principal ruido que genera la asociación es su centralidad, pero
esta tiene la capacidad de vincular a los actores externos al ASEAN way,
es decir, a la forma de funcionar y realizar las cosas de la agrupación
regional; una ventaja en tiempos donde la tensión geopolítica pretende
segmentar de nuevo al mundo en países líderes y sus aliados.
La centralidad de
la ASEAN se debe a que los Estados miembro han creado una agrupación que es más
grande que la suma de sus partes y la usan para gestionar sus relaciones con
vecinos grandes y poderosos. Tanto Singapur con sus altos ingresos como
Indonesia con su potencial de crecimiento y Camboya con sus bajos ingresos, utilizan
la ASEAN para mantener un espacio político estratégico. En otras palabras, a
través de la ASEAN evitan reducir sus opciones comerciales, políticas y de
seguridad. Los principios organizativos de la multipolaridad y el
multilateralismo, que se expresan en el trato igualitario entre los miembros de
la ASEAN, junto al trato igualitario con socios del resto del mundo, ayudan a
mantener la cooperación intrarregional y extrarregional.
Por su parte, el
grupo de 18 Estados y territorios miembros del Foro de las Islas del Pacífico
tiene mucho que aprender acerca de cómo consolidar una comunidad regional que
permita una posición común respecto al mundo y un reposicionamiento en el
contexto geopolítico actual. En este sentido, las experiencias del Sudeste
Asiático, América Latina y Europa sirven para identificar las prioridades y los
retos a superar.
Dentro de las
prioridades se deben destacar: 1) la necesidad de mantener el respeto por el
liderazgo del Pacífico en la consolidación de las normas e instituciones del
regionalismo de esta región, esto implica minimizar la intervención de terceros
países —China, los Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, el Reino Unido o
Japón— que pueden sesgar la construcción de la comunidad regional del Pacífico.
Y 2) promover el trabajo conjunto entre los gobiernos y la sociedad civil para
el desarrollo de las herramientas necesarias para preservar las democracias,
actuar colectivamente, conservar la soberanía y resguardar los espacios
naturales.
Mientras que son
retos: a) la posibilidad de no encontrar soluciones regionales a partir de la
ausencia de consenso y voluntad política —América Latina es el fiel reflejo—; b)
la necesidad de contar con socios externos que proporcionen la infraestructura
necesaria para poner en marcha nuevas actividades productivas sostenibles y el
turismo —tema pendiente aún en la Unión Europea—; y c) la creación de sólidas normas
de gobernanza, así como de sociedades civiles activas y medios de comunicación
independientes —reto a superar en el Sudeste de Asia—.
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