Mérida, Junio Sábado 10, 2023, 02:04 pm
Sin pretender definir los conceptos de moral y ética, al entenderlo como lo
definen los tratadistas y doctrinarios: “La
Moral, es un conjunto de normas, valores y creencias existentes y aceptadas en
una sociedad que sirven de modelo de conducta y valoración para establecer lo
que está bien o está mal. Como materia de estudio, se centra en el análisis a
distintos niveles (filosófico y cultural, entre otros) de conceptos como el
bien y el mal relativos a la conducta del ser humano dentro de una sociedad. Es
decir, la moral orienta acerca de qué acciones son correctas (buenas) y cuáles
son incorrectas (malas). En cambio, la ética aspira a una apreciación más
universal de la responsabilidad de un individuo para con la sociedad entera,
generalmente aplicada a una profesión o al ejercicio de un poder. La ética es
racionalmente argumentable, se desprende de consideraciones de tipo social,
legal y profesional, mientras que la moral proviene de valores absolutos e
incuestionables, aunque cambiantes lentamente en el tiempo”.
En el lenguaje coloquial la persona más humilde y desinformada, sin
necesidad de ser un intelectual para tener claro estos conceptos de moral y
ética, la simple intuición, las personas tienen muy claro lo que debería ser la
moral y la ética, entre otros valores de un funcionario público, lo que pasa
que esas dos palabras son, hoy día, en el ejercicio de los funcionarios
públicos, términos abstractos, les son indiferentes, excluyentes, actúan
hipócritamente, sin ningún rubor, con actuaciones inmorales, antiético, no son
virtudes en estos gobernantes. El caso de la ex - Presidenta de Argentina, es
el colmo del descaro, la máxima expresión de corrupción, si siendo actualmente
Vicepresidenta cargo que sabía de su actuación y lo comprometido por las
evidencias judiciales en su proceso judicial, se aseguró la inmunidad, para que
el Fiscal General de Argentina ,se atrevió hacer la acusación, tenía que saber
que las pruebas son contundente, enfrentar toda el aparato gubernamental, ya salió
el Presidente Fernández, amenazó al Fiscal, que “ojalá no se suicide , como
ocurrió con el otro acusador que aparentemente se suicidó” cuando todo les
quedó la sospecha que fue mandado a matar , antes de hacer la acusación contra
Cristina.
También es muy alarmante la confabulación y la solidaridad automática de
los presidentes de Argentina, Colombia, México y Bolivia, cuestionable ese
manifiesto por ellos mismos pero cuando otros opinan sobre Venezuela, dicen que
es intromisión, pero aquí si pueden opinar ellos sobre un proceso judicial
interno de Argentina, es decir estos mandatarios se fusilaron los valores
morales, diplomáticos, prudenciales, lo menos que podían hacer es quedarse
callados.
Pero no podemos extrañarnos, la conducta de estos presidentes que actúan
con prepotencia e inobservante conductas correctas , porque basta ver como
sucederá con Lula el corrupto mayor, ex - convicto, confeso, condenado y,
ahora, anda con su cara muy lavada, lo grave aquí no son las virtudes de estos
mandatarios, como también Rafael Correa de Ecuador, Ortega en Nicaragua, el de
Cuba, Zelaya en Honduras y en Venezuela, que es el principal socio , no olvidemos
el financiamiento a la campaña de Cristina, el caso del empresario Guido
Antonini el inobservante proceso el 'valijagate’ dijo que no sabía de la
existencia de ningún dinero y que la maleta no era suya, con 800 mil dólares en
el 2007. El secretario personal de Cristina, que lo agarraron, como dice el
dicho con las manos en la masa, saltando con bolsas de dinero a un convento de
monja y la libreta donde anotaba la mordida a los empresarios con nombre y
monto. La actuación de la empresa de construcción Odebrecht que reveló la
corrupción sistemática en Latinoamérica.
Lo triste no es tanto el ciego sino quienes le dan el garrote, los
electores, será que han cambiado el patrón de sus valores como sociedad, que
son cambiantes y así lo dice los estudios filosóficos, sociológicos,
culturales, es la única explicación, para que estos presidentes sean elegidos,
a pesar de sus valores morales y éticos, sin entrar en otras menudencias,
deberíamos tener presente las sabias palabras, en la antigua Grecia, Platón
decía: “El verdadero bien del hombre, la felicidad, habrá de alcanzarse
mediante la práctica de la virtud”.