Mérida, Enero Lunes 30, 2023, 01:54 pm
Japón fue por mucho
tiempo sinónimo de éxito emprendedor, permitiendo la consolidación de empresas
incipientes en su momento como Sony, Honda, Toyota, Mitsubishi, entre otras.
Organizaciones empresariales que cambiaron la forma de transformar materias
primas en bienes y servicios, mediante la especialización por economías de
aglomeración: clústeres o conglomerados. De esta manera, se presentó al mundo
una nueva forma de organización de la producción y se impulsó una nueva etapa
del proceso globalizador.
Los tiempos han
cambiado y la llegada de nuevas tecnologías han permitido el surgimiento de
formas organizacionales que le dan un carácter distinto al esfuerzo emprendedor:
posibilidades de crecimiento en muy corto tiempo. De esta manera, han surgido
las startups o empresas emergentes, que son nuevos emprendimientos dedicados a
solucionar un problema de la sociedad mediante el uso intensivo de las
tecnologías de la información y la comunicación, usando para esto un modelo de
negocio escalable que facilita el rápido crecimiento en el tiempo.
En este sentido,
son empresas que se caracterizan por: a) tener modelos de negocio innovadores,
b) funcionar con costos mínimos inferiores a las empresas tradicionales, c) crecer
rápidamente como principal objetivo, d) obtener financiamiento mediante
inversores privados o business angels, e) no necesitar grandes
inversiones de capital, f) contar con el Internet como principal herramienta
para darse a conocer en el mercado, g) simplificar los procesos de
comercialización o de prestación de servicios, h) operar con un organigrama
horizontal y en constante evolución, i) adaptarse en todo momento a su continuo
crecimiento, j) asumir de forma natural los riesgos como camino hacia el éxito,
y k) estar en constante evolución. A partir de esto siguen ganando espacios como
forma de organización empresarial, llegando a representar 2.000 empresas de
alta tecnología en Silicon Valley y más de 50.000 empresas de alto crecimiento
en todo los Estados Unidos, 16.000 en Corea del Sur, 13.000 en el Reino Unido y
10.000 en Francia.
Con esta nueva
forma de hacer realidad la iniciativa emprendedora, muchas grandes empresas que
antes temían a los emprendedores como potenciales competidores —con capacidad
de desplazarlos en cualquier momento de los mercados—, han cambiado de parecer
al darse cuenta que los necesitan. Debido a que la mayoría de las startups son exitosas
porque solucionan un problema de la realidad que también afecta a las empresas
consolidadas. Es decir, en lugar de competencia, son complementos de la
actividad empresarial tradicional.
En este orden,
Japón se enfrenta al reto de restablecer su papel como país promotor del
emprendimiento. Para lograrlo están reconsiderando a profundidad el rol
asignado a las startups, así como los incentivos hasta ahora implementados para
promover la creación de estas organizaciones. En este orden, han iniciado una
estrategia de fomento a la inversión de business angels mediante
incentivos tributarios; de esta forma inversores privados pueden proveer de
capital a negocios emergentes y startups a cambio de una pequeña participación
en el capital accionario. Están creando espacios para que las nuevas empresas hagan
negocio con el gobierno japones en sus distintas estructuras, facilitando de
esta manera la experiencia necesaria para conseguir préstamos bancarios y
realizar más ventas a empresas privadas. E iniciaron una nueva etapa de promoción
de las subvenciones a la investigación y el desarrollo, que son vitales para
las empresas de nueva creación de alto crecimiento. Los resultados de este
esfuerzo dependerán en gran medida de la voluntad y el compromiso gubernamental
para incidir en la actividad productiva del país. Un buen reflejo que América
Latina puede ver cuando pretende preservar y ampliar el entusiasmo empresarial
de los jóvenes latinoamericanos.
* @zerpasad