Mérida, Enero Domingo 29, 2023, 11:15 am
El pasado miércoles veintiuno
falleció en Caracas el eminente político venezolano Pedro Pablo Aguilar, último
de los grandes líderes históricos de la democracia cristiana. No solo en
nuestra patria, sino también en América Latina, porque supo asumir el oficio
amparado en valores y principios imperecederos.
El reconocido senador trujillano
murió sin mayores lujos, con las naturales privaciones materiales y en medio de
numerosas manifestaciones de pesar y afecto. Los comentarios recibidos del
exterior testimonian su gran obra política. Todo porque supo labrar una visión
pro democracia sin que hubiese necesidad de involucrarse en escándalos o
ilegítima posesión de riqueza.
En Venezuela hubo variados
comentarios, todos plenos de elogios, admiración y simpatía. Tantos que, hasta
la Asamblea Nacional, presidida por el pesuvista Jorge Rodríguez, aprobó un
acuerdo por unanimidad para expresar su solidaridad ante la irreparable
pérdida.
En uno de los portales más conocidos
(La Patilla) se le señaló como el secretario general de un partido nacional de
mayor éxito y de mejor visión, ubicándolo junto a Jesús Paz Galarraga (AD) y
Pompeyo Márquez (MAS) en esa categoría de dirigentes al mando de parcelas
importantes.
En Mérida, el profesor universitario
Jorge Carrero Marquina dijo: Pedro Pablo Aguilar en Copei y Raúl Leoni en
AD…clase aparte.
Doy paso a otros comentarios para
resaltar que no solo es mi opinión, plena de reconocimiento a su obra política,
porque de eso se trata, de un obrar exitoso en pro de la democracia de valores,
principios y creencias, sin vacilaciones ni contemplación con los poderes
irregulares.
Antonio Di Giácomo: Un
socialcristiano como pocos, humildad y honestidad.
Omar Alberto Corredor Villamediana:
Pedro Pablo Aguilar, el estandarte ético de la Democracia Cristiana en
Venezuela.
Naudy Ramírez Herrera: Se nos fue un gran venezolano.
Haydée Deutsch Martínez: Siempre
Pedro Pablo Aguilar será una referencia de honestidad.
Embajador costarricense Ricardo
Lizano Calzada: Qué dolor. Hombre noble y culto. Honrado.
Estos comentarios son pertinentes y
no debo dejarlos pasar porque representan un sentimiento de personas de
diferente idea y de varias profesiones, que nos sirven de confortamiento en
medio de la tristeza y en circunstancias en que la actividad política se
encuentra sometida a numerosos cuestionamientos.
Pedro Pablo Aguilar deja a su familia
y amigos un legado de serenidad, paciencia, esperanza, amor y fraternidad con
todos los que lo conocimos, y para la política venezolana queda el ejemplo de
que se puede ejercer la defensa de la democracia sin enriquecerse y sin dejar
todas las aceras llenas de enemigos.