Mérida, Enero Lunes 30, 2023, 12:49 am
El propósito de dotar de dotar a los
venezolanos de un sistema funcional de seguridad social es de vieja data. A
comienzos de la década del cuarenta, del siglo anterior, se empezó a tratar el
tema y en pocos años fue creado el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales
(IVSS, donde, por cierto, jugó un papel importante el abogado merideño Rubén
Corredor, nativo de Tovar.
Los resultados de casi ochenta años
no pueden ser reducidos a la simple expresión de que ha sido un fracaso, de
todos los gobiernos. No. Si hay fracaso
es de toda la sociedad venezolana, tanto la vinculada a la política como la que
no, y revés de tantos profesionales calificados que han pasado por la
administración de la institución.
Se deben reconocer éxitos y errores,
así como se han ventilado, en tiempos distintos, escándalos de corrupción, lo
cual no quita la bondad que para miles de familias ha significado una atención
a tiempo, el pago de sus pensiones, las intervenciones médicas, las medicinas
de alto costo, los medicamentos de alta especialización y un buen etcétera.
Las pensiones de vejez de la
seguridad social han alcanzado la cifra de seis millones de personas, lo cual
revela que una quinta parte del censo venezolano está asegurada o pensionada,
que, aparentemente, no está activa. Es
un pasivo humano importante, porque la atención de personas adultas (y de
avanzada edad) es costosa.
Las fallas del Seguro Social
provocaron que numerosas instituciones, empresas y gobiernos estadales y
municipales crearan sistemas paralelos de seguridad social (jubilaciones,
pensiones y atención médica), con lo cual llegamos a tener ochocientos
sistemas, en lugar de uno (más los seguros privados, bajo contrato personal o
familiar), lo cual no deja de ser un exabrupto y un despilfarro de recursos.
Hoy, con una ley orgánica de plena
vigencia, el modelo de seguridad social sigue siendo el mismo, pero estamos
obligados, como nación, a tener un sistema eficaz de atención generalizada, con
posibilidades reales de servicios de salud, crediticios, recreativos,
turísticos y de fomento de la libre iniciativa.
Tenemos profesionales capaces de
integrarse en equipos de trabajo para rescatar la intención primigenia del
seguro social, de imponer un modo distinto de dirigir asuntos tan importantes
como el Seguro Social y de ofrecer servicio universal, especialmente en salud,
para abaratar los costos de muchas empresas privadas (donde tienen contratos
con aseguradoras) y para darle a todos los venezolanos la garantía de que el
derecho humano, previsto en la Constitución, que es la seguridad social tiene
plena vigencia y permanente ejecución.
Libro sobre Pedro Pablo Aguilar
El Instituto de Estudios
Parlamentarios Fermín Toro, dirigido por el profesor universitario Ramón
Guillermo Aveledo, y la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB) publicaron
esta semana un libro de homenaje al ilustre trujillano Pedro Pablo Aguilar,
fallecido hace cinco semanas en Caracas.
La obra, coordinada por el
diplomático Marcos Villasmil, incluye mi artículo sobre ese personaje, al lado
de textos escritos por destacados venezolanos.
Es un honor estar al lado de reconocidos y notables ciudadanos como
Oswaldo Álvarez Paz, Eduardo Fernández, el propio Aveledo, Edgar Benarroch,
Gehard Cartay Ramírez, Carlos Guillermo Cárdenas y Felipe Guerrero.
Se puede leer en la web del
instituto.