Mérida, Junio Viernes 09, 2023, 11:57 pm

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Asia y el desafío de las monedas débiles por Alberto José Hurtado B.

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Alberto José Hurtado B.


La actividad económica mundial evidencia una desaceleración generalizada. Y en este escenario, se hacen más latentes los efectos de la pandemia del COVID-19, de la invasión de Rusia a Ucrania, de los conflictos comerciales más recientes, del aumento de precios de las materias primas, entre otros hechos que incrementan la posibilidad de una recesión global. Esto implica avanzar en la pospandemia dentro de un clima de reducción de la producción de bienes y servicios en los países del mundo, con su evidente impacto negativo en la creación de empleos, generación de ingresos y estabilidad de precios.

Y el actual panorama de desaceleración generalizada de la actividad productiva, alta inflación y perspectivas de recesión económica global ha llevado a los bancos centrales del mundo a aumentar las tasas de interés. En especial, el empeño del Sistema de la Reserva Federal de los Estados Unidos por controlar la inflación y reducir la incertidumbre sobre la economía global mediante continuas subidas en las tasas de interés ha provocado la fortaleza subyacente del dólar y el consiguiente debilitamiento de las monedas de los otros países del mundo.

Esto es debido a que los mercados financieros responden al riesgo y a la posición gubernamental. El aumento del riesgo en el mercado global conduce al fenómeno de huir hacia la seguridad a favor de los activos estadounidenses que se consideran los más seguro, mientras que una posición gubernamental positiva al aumento de tasas de interés incrementa el atractivo de tener dólares. Situación que ha originado un escenario de dólar fuerte y debilitamiento de las demás monedas del mundo, es decir, el desafío de monedas débiles para la economía mundial.

En el caso particular de las economías asiáticas, este desafío se evidencia cuando el yen japonés, el renmimbi chino, el won surcoreano, el ringgit de Malasia, el peso filipino, el baht tailandés y la rupia india están en mínimos de dos décadas en relación con el dólar estadounidense. Y aunque esta depreciación generalizada de las monedas de los países asiáticos pareciera ser buena, porque incentiva las exportaciones al hacerlas más competitivas, este beneficio es relativo en la medida que las economías de la región están integradas a cadenas globales y regionales de valor donde las exportaciones baratas son compensadas por importaciones más caras.

De igual forma, otros efectos negativos de la depreciación de las monedas en economías abiertas como las asiáticas son: 1) incremento en el nivel general de precios, que aumenta el clima inflacionario actual; 2) fuga de capitales hacia mercados basados en dólares estadounidenses, con implicaciones negativas en los niveles de inversión de cada país; 3) incremento de la volatilidad de los tipos de cambio, con su concerniente efecto sobre las decisiones locales de consumo, inversión, producción y ahorro; 4) aumento del costo del servicio de la deuda denominada en divisas; y 5) mayor necesidad de acumular más reservas internacionales en el futuro.

Y ante este panorama, los bancos centrales del mundo continuarán endureciendo sus propios mercados, depreciando sus monedas y vendiendo reservas internacionales. Esta política monetaria más contractiva reducirá tanto la inversión como el consumo interno, lo que sugiere que las economías tendrán que avanzar hacia una gestión innovadora de la demanda agregada, innovando en la medida que los presupuestos públicos lo permitan. Dos puntos a favor de las economías asiáticas: elevados niveles de reservas internacionales y múltiples esquemas de cooperación financiera regional.

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