Mérida, Mayo Domingo 28, 2023, 10:36 pm

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Defensa de la Constitución por Edgar Márquez C.

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Edgar Márquez C.


La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela es la expresión de la norma fundamental del país, es un código de vida de los venezolanos y es la hoja de ruta de la sociedad, en la búsqueda de la felicidad para todos los habitantes.

Esto puede lucir como una definición de pregrado en estudios de derecho o ciencias políticas. En efecto, guarda parecido con textos. No obstante, esa explicación breve y concreta debería ser la misma (con sus correspondientes detalles inherentes a cada nivel) en estudios de primaria y bachillerato, a la vez que debe centrar programas en radio y televisión para fortalecer (o crear) cultura jurídica en las personas.

Entre 1999, cuando se aprobó el texto constitucional, y el ahora, no se ha avanzado en esa promoción y los venezolanos solo conocen parcialmente un contenido que muestra más de un centenar de derechos y que pudo haber servido para acrecentar la civilidad y el apego a las leyes. Todas las leyes, incluso las que no se mencionan en el texto constitucional.

Ante el desconocimiento generalizado del articulado que refundó la República de Venezuela, no se puede exigir que al ocurrir las violaciones (constantes y continuadas) las personas se muestren descontentas y protesten la no vigencia de la norma fundamental, que a todos debe favorecer integralmente.

En el comienzo de la vigencia se cometieron varios errores graves.  Los venezolanos no fueron suficientemente advertidos e informados por los miembros de la Asamblea Nacional Constituyente de los contenidos, los medios de comunicación no tenían ni pequeña idea de cómo informar, los artículos fueron saliendo sin que todos tuvieran espíritu, propósito y razón, porque no  hubo intervenciones que los contuvieran, se incluyeron artículos que no fueron a debate (y que por tanto no aparecen en el libro de debates) y cuando se convocó el referendo aprobatorio el proyecto de Constitución  de imprimió en papel barato (de periódico) sin diseño  alguno.

Los opositores al texto fueron más porque se abstuvieron de ir a votar u opinar, por lo que la aprobación fue muy precaria. Los ganadores, como suele ocurrir, ni siquiera advirtieron las fallas y creyeron que el país se iba a someter a las normativas salidas de variadas fuentes. Se confiaron en la novedad y creyeron que el país estaba detrás, de manera entusiasta, de aquella producción jurídica, la que todos los asambleístas firmaron, a la que pocos contribuyeron y menos explicaron.

Con una cifra baja quedó aprobado el texto constitucional.  Para colmo, el día del referendo llovió intensamente y ocurrió una gran tragedia en el litoral central.

Más adelante los promotores buscaron promover una reforma, derrotada en las urnas, y luego impusieron otra. Con ello mostraron una nula comprensión de cuál país andaban buscando para forjarlo con una nueva carta magna.

Esta semana, el diluido parlamento transitorio o interino echó por tierra el gobierno que buscaba restaurar la democracia frente al llamado régimen usurpador de Nicolás Maduro, lo que permitió saber que tanto gobiernistas como opositores no tienen en la Constitución su código de vida o su hoja de ruta. Por eso, se impone la defensa constitucional si es que aspiramos a vivir en un país serio.

Al cierre.

Culminando diciembre fallecieron dos figuras mundiales.   El futbolista brasileño Edson Arantes Do Nascimento, conocido como el Rey Pelé. Una gloria deportiva de amplia admiración y sin reproches.  También el Papa Emérito Joseph Ratzinger, uno de los más egregios filósofos y teólogos de los últimos siglos.  Valeroso como ninguno, este sacerdote alemán supo enfrentar retos difíciles y a tiempo renunció a la cátedra de San Pedro.





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