Mérida, Octubre Miércoles 09, 2024, 05:37 am
Quince años habrán de cumplirse el venidero 21 de febrero del año en curso, del accidente aéreo que protagonizó el vuelo 518 de Santa Bárbara Airlines que cubría la ruta Mérida-Maiquetía, que marcó el cierre del aeropuerto “Alberto Carnevali” de nuestra ciudad capital del municipio Libertador del estado Mérida, en medio de diversidad de conjeturas que se tejieron, en cuanto a la reapertura de la terminal aérea merideña, que en el albor de este nuevo año, por lo dicho y anunciado el pasado 2022, quedó en todo un grandísimo cuento.
Por octubre del pasado año, medios oficiales aseguraron, que la reapertura del aeropuerto “Alberto Carnevali” había sido autorizada, que Conviasa contaría con aeronave tipo ATR, que cumpliría frecuencias de vuelos los días miércoles, viernes y domingos en horarios de 10:00 a.m. de salida del aeropuerto “Simón Bolívar” de Maiquetía y de 12:10 md. para su retorno, saliendo desde el aeropuerto merideño, que probablemente volvería estar operativo a partir de noviembre/diciembre próximo pasado.
Todo fue un grandísimo cuento. La esperanza de la reactivación se quedó en eso. Los del sector turismo se quedaron con los crespos hechos al igual que la comunidad merideña, que se ilusionó con volver a presenciar el aterrizaje de aeronaves en el “Alberto Carnevali” y ya se piensa con marcada certeza, que definitivamente pareciera, que hay intereses en que la terminal aérea merideña no sea reaperturada, que quizás la tengan destinada para otras funciones, que nada tiene que ver con la habilitación de los anhelados vuelos comerciales.
Entra el 2023, estamos en la ruta de lo que podría significar la venidera temporada turística, la de la LIIª Feria del Sol/Carnaval Taurino de América, no se sabe a ciencia cierta, si el cacareado anuncio de la reapertura del aeropuerto “Alberto Carnevali” será una realidad o seguirá siendo todo un grandísimo cuento, propio de la Isla de La Fantasía, en esa en la que algunos viven y conviven creyendo en “pajaritos preñados”, verdad y realidad, a la vista de todos y punto.