Mérida, Diciembre Lunes 11, 2023, 08:13 am
La inestabilidad de
precios que vive el mundo continuará durante 2023. Esto debido a que la
invasión de Rusia a Ucrania, los enfrentamientos en Irán, la incertidumbre
acerca de Taiwán, los ensayos nucleares de Corea del Norte, la polarización
política en América Latina y la lenta recuperación de la actividad económica
mundial continuarán impulsando la inflación. Problema macroeconómico cuyo
origen esta en la imposibilidad de mantener estables los precios de las
mercancías cuando aumenta continuamente el valor de mercado de los insumos
necesarios para producirlas.
En otras palabras,
los precios finales de los productos reflejan el incremento sucesivo en la
estructura de costos de producción. Y a medida que no se estabilicen las
cadenas de suministro de materias primas, se incrementarán sus precios y se
tendrá una mayor inflación. Situación que amenaza con agravar los problemas
mundiales devenidos de la pandemia del COVID-19, ya que la alta inflación se
refleja en desigualdad, inseguridad económica, incertidumbre laboral,
descontento popular y pérdida de calidad de vida
Y aunque pareciera
que la solución está en establecer controles de precios —muchos políticos
insisten en esta fórmula—, la situación amerita de acciones consensuadas para
estimular la actividad productiva sin crear mayores presiones inflacionarias.
Es decir, gestionar la alta inflación como un problema económico y político que
amerita la participación del conjunto de la sociedad.
Un ejemplo exitoso
de esta práctica es Singapur, país asiático que en 2022 volvió a los niveles de
desempleo prepandemia, alcanzó una recuperación económica relativamente
moderada pero superior al promedio de su región, y consolidó su apertura al
mundo con la eliminación de las restricciones a la movilidad de personas
impuestas durante la pandemia. Esto fue resultado de la reanudación de los
viajes internacionales, los incentivos a la inversión extranjera y la
realización de eventos como la carrera anual de Fórmula Uno.
En materia
inflacionaria el país no es la excepción y se enfrenta a la inflación más alta
de su historia. La respuesta ha sido la combinación de esfuerzos
presupuestarios del gobierno nacional junto al compromiso que sobre el ciudadano
y la apertura comercial se tiene.
En términos
presupuestarios, se puso en práctica un paquete de compensación para reducir
los efectos del aumento de precios de los alimentos, electricidad y gasolina en
el poder de compra de los hogares, así como para compensar la reducción en
términos reales del valor de las jubilaciones y pensiones. En este orden, se
han priorizado hogares de bajos ingresos y con jubilados.
De igual manera, se
han implementado paquetes de asistencia financiera a las empresas, mediante transferencias
de ingresos y subsidios al uso de servicios públicos. La meta es continuar con
la reactivación económica, generar más empleo y estabilizar precios.
Acerca del
compromiso en beneficio del ciudadano, Singapur se ha concentrado en la
incorporación masiva de ciudadanos a los centros de formación con el fin de
capacitar y generar nuevas competencias que garanticen la pertinencia
ocupacional y la empleabilidad. Desde el gobierno, los responsables de la
formulación de política pública en Singapur han insistido en la educación como
forma para reducir las disparidades salariales, lograr la movilidad social y
fortalecer las ventajas del aparato productivo del país.
Y en términos de
apertura al mundo, Singapur sigue promoviendo un mayor y más rápido flujo de
personas, mercancías y capitales. Flexibilizando para esto la llegada de
migrantes profesionales, creando incentivos a la inversión extranjera directa y
facilitando la relocalización empresarial en un momento de reconfiguración de las
cadenas de valor.
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