Román Duque Corredor, un gran venezolano por Edgar Márquez C.
El pasado viernes veintidós, por la tarde, falleció en París, a la edad de ochenta y un años, el eminente merideño Román José Duque Corredor, eximio jurista de gran trayectoria, demócrata de convicciones profundas y duraderas, y un ser humano de condiciones especiales por ser solidario, gremialista, educador y guía de muchas generaciones.
La muerte lo sorprendió mientras estaba disfrutando de la ciudad de las luces, por una semana, en medio de una gran actividad tanto en las redes sociales como en la producción de opiniones sobre temas importantes. La última, ese mismo día, una hora antes del deceso fue sobre la pertinencia jurídica del referendo consultivo, anunciado por el gobierno, en torno a la defensa del territorio esequibo (Litigio con Guyana).
Duque dejó un amplio legado sobre diversas materias de la ciencia jurídica. Dos meses antes produjo un trabajo novedoso sobre la extinción del dominio, donde analizó la ley emitida por la Asamblea Nacional para suspender la propiedad sobre bienes procedentes de hechos de corrupción. Fue todo un aporte único, totalmente novedoso, en torno a una materia que no se estudió con suficiencia a la hora de aprobar la normativa, hoy vigente.
El pasado martes anunció la circulación de su último libro. Un trabajo en torno a la justicia restaurativa en el sector agropecuario venezolano. Otro magnífico aporte a la juridicidad y al sostenimiento del Estado de Derecho, lo cual acrecienta su aporte al derecho, a la subsistencia de los valores democráticos y, sobre todo, a la prevalencia de los principios y garantías constitucionales.
Los merideños debemos sentirnos orgullosos de haber tenido en nuestro medio universitario y académico a un profesional a carta cabal, a una persona que no dejó de estudiar en ningún momento, para mantenerse al día y para producir o crear derecho, tanto en las materias constitucional, administrativa y agraria, como en lo civil y en lo atinente a la vigencia de las virtudes y bondades del sistema democrático de gobierno.
Duque Corredor, miembro de la Academia de Mérida, individuo de la Academia de Ciencias Jurídicas y Profesor Honorario de la Universidad de Los Andes, al igual que Doctor Honoris Causa, fue magistrado de la Corte Suprema de Justicia, presidente de la Academia Nacional de Ciencias Políticas y Sociales, presidente de la Fundación Alberto Adriani y Coordinador General del Bloque Constitucional de Venezuela.
En todo momento hizo presente su merideñismo, se vinculó a las causas por el bienestar de nuestra entidad y no dudó en apoyar cualquier propuesta de interés para nuestra tierra. Tanto que, cuando se fundó el equipo de fútbol Estudiantes, allí estuvo como uno de los socios pioneros.
Como referencia jurídica nacional, dejó numerosos estudios que ahora pasan a ser un legado obligatorio para quienes busquen identificar el sentido y vigencia de la constitucionalidad y la legalidad venezolana. Enjundiosos estudios y dictámenes están en las publicaciones académicas y también queda para la revisión historial su ideario político – jurídico, actualmente en venta internacional a través de la plataforma Amazon.
Recordaremos a Duque como el merideño fiel a la tierra y como un venezolano universal, pues fueron muchos los países que lo conocieron como conferencista, educador, escritor y, recientemente, como poeta.