Ante la constante pérdida de poder adquisitivo de la moneda local, la
sustitución informal del bolívar por pesos colombianos, reales brasileños y
dólares estadounidenses, y la implementación de sistemas de intercambio de
mercancía por mercancía, se ha hecho cada día más común escuchar a los
venezolanos preguntándose para qué el dinero. Una preocupación que surge debido
a que, mientras la hiperinflación se prolonga, los trabajadores continúan
recibiendo sus remuneraciones en un medio de pago que con el pasar del tiempo
sirve para hacer menos cosas. A partir de esta idea surgen las propuestas de
abandonar el sistema monetario, renunciar al medio que permite acumular capital
y avanzar hacia una sociedad más justa donde el intercambio se realice con
criterios de equidad mediante el trueque.
Lo primero que debe aclararse es que el trueque fue una innovación que
permitió el intercambio comercial entre comunidades dedicadas a actividades
productivas por razones de autosuficiencia, que asumían los costos de este sistema
para garantizar la colocación del excedente de producción y facilitar a la
población el acceso a mercancías no producidas localmente. Este sistema estuvo
vigente hasta la aparición de una nueva innovación financiera que facilitó el
ejercicio de dar valor a las cosas, permitió preservar poder adquisitivo en el
tiempo y minimizó los costos del intercambio de bienes y servicios: el dinero.
En este sentido, una mercancía seleccionada como dinero y utilizada como
tal en el sistema económico cumple con las siguientes funciones: 1) Unidad de
cuenta, facilita la identificación, el registro y seguimiento del valor que
tienen los productos y las actividades que se realizan en economía; cada
producto tiene un precio expresado en la cantidad de monedas y billetes necesarios
para su intercambio, abandonándose la necesidad de identificar los precios
relativos de dicha mercancía en función de cada uno de los bienes disponibles
en el mercado. 2) Medio de cambio, reduce los costos transaccionales al
eliminar la condición de doble coincidencia de necesidades y proporciones
obligatoria para realizar un intercambio en trueque. 3) Depósito de valor, que
a diferencia de otros sistemas donde el uso de bienes perecederos reduce el
poder de compra de quienes los acumulan, el dinero es capaz de mantener poder
adquisitivo en el tiempo. Y 4) Patrón de pagos diferidos, ya que facilita la
intermediación financiera entre las personas que tienen fondos en exceso y
quienes necesitan recursos para desarrollar sus actividades productivas, permitiendo
acordar hoy compromisos de deuda pagaderos en el futuro. De esta manera, el
dinero permite el desarrollo del sistema monetario de intercambio y facilita la
realización de transacciones al menor costo posible.
A diferencia de cualquier mercancía que se puede producir domésticamente
para ser intercambiada por otros bienes, el dinero tiene las siguientes
propiedades: a) Durabilidad, el producto seleccionado es durable y no
perecedero, garantizando su utilización en distintas transacciones; b) Aceptabilidad,
es aceptado por todos los agentes económicos en el intercambio por bienes y
servicios; c) Transportabilidad, de fácil movilización para facilitar su
intercambio al mínimo costo; d) Divisibilidad, divisible en diferentes
presentaciones para permitir su uso en transacciones donde se requieren
distintas cuantías; e) Autenticidad, autentico y difícil de falsificar para
evitar cualquier tipo de confusión y minimizar los riesgos de estafa; y f)
Uniformidad, sus distintas denominaciones tienen características similares que
permiten su fácil y adecuada identificación.
@ajhurtadob