Dominicas en Mérida celebraron la Solemnidad de San José

Después de casi un siglo de existencia, la U.E. San José de la Sierra ha sido testigo de innumerables historias, todas bajo el amparo de su santo patrono

Prensa Arquidiócesis de Mérida

(20-03-2025) Con una solemne eucaristía presidida por el presbítero Reinaldo Muñoz, Vicario para el Clero de la Arquidiócesis de Mérida y Párroco de Nuestra Señora del Rosario, las Hermanas Dominicas de San José de la Sierra celebraron a su patrono San José.

La Iglesia católica celebra cada 19 de marzo el Día de San José en honor a quien fue el esposo de la Virgen María y padre de Jesús, en obediencia a la voluntad de Dios.

La comunidad de las Hermanas Dominicas de Santa Rosa de Lima en Mérida se congregó en la Capilla de San José de la Sierra para celebrar al patrono de la Iglesia y al patrono de la Unidad Educativa que orgullosamente lleva su nombre.

El Colegio San José de la Sierra se ha consolidado como una institución emblemática en Mérida, gracias al esfuerzo y caridad cristiana de las Hermanas Dominicas que lo rigen.

Lo que comenzó como un albergue destinado a niñas, fundado por la Madre Julia Picón Febres en 1918, hoy en día ofrece educación hasta quinto año de Educación Media General, gracias a la constancia y dedicación que han sido pilares fundamentales para su crecimiento y permanencia en el tiempo.

El 19 de marzo se celebró el día central, pero las festividades en honor a San José, enfocadas a fomentar los valores y virtudes de su santo patrono, comenzaron desde los primeros días de marzo.

El pasado 18 de marzo se realizó un desfile por las calles de la parroquia de Milla, encabezado con la imagen de San José y en el que participaron religiosas, docentes, estudiantes, personal directivo y administrativo, todos bajo la guía de Sor Emérita Ávila Urribarrí y las hermanas del gobierno de la Casa General.

Después de casi un siglo de existencia, la U.E. San José de la Sierra ha sido testigo de innumerables historias de niñas, muchas de ellas sin protección ni abrigo, que dentro de sus muros hallaron alimento para el alma y el cuerpo, educación, formación y el amor de las Hermanas Dominicas, gracias al amparo de San José.