Cómo evaluar los eventos políticos recientes? ¿Éxito o fracaso? Para
responder hay que matizar, es decir hacer un análisis de detalle y no la
respuesta emocional y simplista, en clave blanco y negro, que tanto le
gusta a los linelpensantes.
Si consideramos
que el objetivo opositor era provocar una fractura interna del sector
militar y motivar con esto a la población a salir a la calle a luchar
por el cambio, hasta que Maduro saliera del poder, entonces es obvio que
el intento fracasó en esta etapa y podría traer como consecuencia una
fase posterior de frustración y desconfianza.
Los
argumentos dados sobre la supuesta oferta de participación del ministro
Padrino y el presidente del TSJ, Mikel Moreno, para sacar a Maduro del
poder, que fue luego abortada por intervención de Rusia, parece más una
estrategia para presionar la fractura interna del chavismo y justificar
el incumplimiento del objetivo planteado.
Es
evidente que la fractura militar no se consolidó, ni provocó, por ahora,
la salida del gobierno, pero la razón se encuentra en otra parte, ya
que el sector militar es corporativista y actúa en cambote,
independientemente de sus diferencias internas. Es la vía natural para
evitar el conflicto armado entre ellos. La historia indica que los
riesgos reales para Maduro están concentrados en que se desmarque la
corporación militar como un todo, pero para eso los militares deben
tener confianza en que participaran en un cogobierno que preserve su
poder y les permitan la autoprotección, algo para lo que no tienen ahora
alguna oferta creíble. La amnistía es un canto chimbo de sirenas, pues
no funciona para los inamnistiables, ni para los otros grupos que no han
cometido crímenes y no la necesitan.
Pero si
analizamos la lucha opositora desde una perspectiva más amplia y no
desde su autolimitada vía de plantear batallas finales en cada evento
que desarrolla, podríamos concluir que la oposición sí ha logrado un
avance relevante en este episodio. Luego de varios meses repitiendo la
misma estrategia, que no tuvo resultados concretos y se tornó
decepcionante para la gente, el nivel de soporte popular de Guaidó y la
esperanza de cambio comenzaban a debilitarse. Si todo seguía igual, el
futuro estaba cantado y se parecía a la situación de diciembre pasado,
pero peor. En este momento, la oposición renueva, con sus acciones, las
esperanzas de cambio, aunque volverá a tener retos relevantes para
rellenarlas. Mientras tanto, Leopoldo López logra salir de su casa y
protegerse en la Embajada de España, lo que era un objetivo en sí mismo y
una búsqueda política de más de cinco años. En una primera instancia,
esa es una acción motivadora para la base opositora, aunque si no se
presentan resultados en términos nacionales, la percepción terminará
siendo que la #operacionlibertad se refería específicamente a la libertad de Leopoldo, que no es poca cosa, pero no es suficiente.
El
segundo tema que queda por entender es el impacto que todos estos
eventos tendrán hacia el interior del sector militar, en esa caja negra
que no es posible analizar transparentemente. Que no se hayan dividido
ni mostrado explícitamente no significa que no haya una procesión por
dentro y no se sabe en que momento puede manifestarse. Pensar que
fracasaron porque no lo hicieron hoy, es desestimar los efectos
secundarios de las luchas, que en la historia han sido muy relevantes,
incluyendo las acciones contra el cuartel Moncada, la lucha contra Pérez
Jiménez o la intentona ¿fallida? del mismo Chávez, años antes de tomar
el poder y traernos a donde estamos. No estoy diciendo que esto va a
pasar. Estoy diciendo que es simplista evaluar resultados por el impacto
directo, sin considerar los efectos secundarios de toda lucha y eso
sólo se verá si se entiende que la lucha es larga y tendida.