Debacle de Podemos y los alcaldes
"indignados" en triple cita electoral española
** La triple cita electoral de europeas, regionales y municipales que consolidó el liderazgo del PSOE del jefe de gobierno Pedro Sánchez propinó un batacazo para su principal aliado en la izquierda
Podemos, que conquistó en 2015 las grandes ciudades españolas con otros
movimientos de izquierda radical, perdió casi todas sus alcaldías y
sufrió una humillante derrota en las urnas, víctima de las divisiones
internas.
La triple cita electoral de europeas,
regionales y municipales que consolidó el liderazgo del partido
socialista PSOE del jefe de gobierno Pedro Sánchez propinó un batacazo
para su principal aliado en la izquierda, apuntó AFP.
Después
de su irrupción fulgurante en 2015, reivindicando el legado del
movimiento antiausteridad de los "indignados" de 2011, Podemos obtuvo un
10% de los votos en las europeas, cuatro puntos menos que en las
legislativas de finales de abril.
"Es evidente
que los resultados no son buenos", reconoció este lunes en rueda de
prensa su líder, el exprofesor universitario de ciencias políticas Pablo
Iglesias.
Y su esperanza de fortalecer la
formación en estos comicios para ganar poder de negociación frente a los
socialistas e incluso forzar su entrada en el futuro ejecutivo español
se desvanece.
"Tenemos que ser conscientes
de lo que pesamos y tratar de construir un gobierno de coalición...en el
que podamos estar en la proporción modesta que nos corresponde",
concedió.
"Está muy debilitado como para exigir
ministerios ahora a Pedro Sánchez", opinó Carmen Lumbierres, politóloga
de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).
La debacle de Podemos se inscribe en el declive general de la izquierda radical europea.
Su
grupo en el Parlamento europeo, Izquierda Unitaria Europea-Izquierda
Verde Nórdica (GUE-NGL), pasó de 52 a 39 escaños y su principal figura,
el primer ministro griego Alexis Tsipras, fue derrotado por la derecha y
anunció un anticipo inmediato de las elecciones legislativas.
Divisiones internas
Pero
más allá de las europeas, los llamados "ayuntamientos del cambio",
conquistados en 2015 por asociaciones ciudadanas participadas por
Podemos, que las tenía como su máximo orgullo, cayeron casi todos el
domingo.
En Madrid, la antigua jueza de
izquierdas Manuela Carmena fue la más votada pero se verá destronada de
la alcaldía por el conservador José Luis Martínez-Almeida con el apoyo
probable de los liberales de Ciudadanos y la extrema derecha de Vox.
En
Barcelona, la activista antidesahucios Ada Colau perdió por un puñado
de votos ante el candidato independentista catalán Ernest Maragall.
La
misma suerte corrieron los alcaldes de Zaragoza, Coruña o Santiago de
Compostela, apartados cuatro años después de su victoria.
Muchos
han sido víctimas de las divisiones que minan desde hace dos años el
espacio de Podemos. En Madrid o Zaragoza, la aparición de listas
disidentes ahondó la fractura.
"A la izquierda no nos funciona cuando nos dividimos y cuando nos peleamos entre nosotros", lamentó Iglesias.
Apenas
consumada la derrota, Juan Carlos Monedero, muy cercano a Iglesias,
arremetía contra Íñigo Errejón, confundador y exnúmero dos de Podemos
expulsado tras haber presentado una candidatura disidente en la región
de Madrid que la izquierda no pudo conquistar.
"La ambición ciega...¿Te ha merecido la pena Íñigo?", le lanzó en Twitter.
El
editorialista Enric Juliana escribió en La Vanguardia que "Podemos ha
sido víctima de una sobredosis de Juego de Tronos", en referencia a las
intrigas del poder de la popular serie televisiva.
Pero Carmen Lumbierres también ve motivos de fondo en el derrumbe de Podemos.
Según
ella, la formación no se mostró fiel al espíritu del movimiento de los
"indignados", los ciudadanos que en la primavera de 2011 ocuparon
decenas de plazas españolas protestando contra la austeridad y la clase
política.
"Se ha parecido más a un partido
tradicional...un partido muy jerarquizado y muy vertical, olvidándose
del espíritu" antisistema, analiza, reprochando a Iglesias haber
expulsado "a todos aquellos que no eran de su cuerda".
De
hecho, los únicos supervivientes de la ola "indignada" de 2015 son el
alcalde de Cádiz, José María González 'Kichi', del ala más izquierdista y
crítica con la dirección de Podemos, y el alcalde de Valencia, Joan
Ribó, integrante de un partido de izquierda local.
De hecho, en esta ciudad mediterránea, la tercera más poblada de España, Podemos ni siquiera entró en el pleno municipal.