Mérida, Abril Jueves 25, 2024, 10:35 pm
He tratado de leer un poco lo que ocurrió
en PDVSA, para conocer las fallas, sin acusar a otros
innecesariamente. El régimen se empeña en hacer todo lo contrario.
Articula una perorata incoherente ante una PDVSA que cada día produce
menos petróleo. Suspendió operaciones
debido a la acumulación de inventarios tras las sanciones impuestas por
los Estados Unidos y la ineficiencia comprobada.
Muchos tanques están parados por falta de mantenimiento,
la cartera de compradores se oprimió, los proyectos de carga de la
empresa estatal lucen vacíos. Sirvió en un tiempo de generoso monedero
de la “revolución”, para
repartir dólares por el mundo y sembrar su proyecto político. Mucha
gente se preguntaba: ¿cómo es posible que el gobierno regale tanto
dinero a otros países, cuando en el nuestro hay necesidades urgentes que
atender? El país se desangró
y sufre desabastecimiento, hambre y miseria por las
pésimas políticas económicas y la espantosa corrupción. Se anunció y se
ejecutan, duras medidas contra PDVSA en un intento por propiciar el
orden para el cambio. Además
de PDVSA, ordenar el caso de la confiscación de tierras productivas, el
exceso de regulaciones, elevados impuestos, amedrentamiento fiscal y
falta de seguridad jurídica. Todo ello produjo: inseguridad, falta de
confianza y despojo de incentivos de la producción,
tal como lo reflejó la caída brutal de las inversiones. Se sustituyó al
sector privado por una porción de intereses, y así no se produce.
Después de veinte años “mandando,” el régimen no reconoce que son sus
políticas atrofiadas y no el imperio quien
ocasionó todos los desequilibrios económicos, porque
insisten con el mismo cuento. No quisieron revisar ni rectificar, el
tiempo se les acabó y no se dieron cuenta de que esos flagelos lo
enterraron. Además, lo que han
hecho en estos años es “mandar” como si se tratara de un cuartel. Ahora
regreso frente a la destartalada PDVSA, debo asentar, que el país está
lejos de ser un apoyo o sostén ante contingencias en la OPEP.
Venezuela hoy, no aparece en el horizonte de los voceros
del anuncio para la recuperación de la producción. Ex directivos de
PDVSA y consultores en materia de energía, aseguran que en el gobierno
no hubo nunca capacidad
de negociación. No hay manera alguna de que el régimen, hoy juegue en
ese tablero. Lamentablemente nuestro país ya no tiene influencia en las
decisiones de la OPEP, porque su capacidad como productor de petróleo ha
sido reducida hasta niveles que no representan
un flujo respetable. Además, cuando comenzaron con la locura de las
expropiaciones y los ataques a petroleras extranjeras, ya en la OPEP, el
país no jugaba ningún papel, porque el régimen andaba
desmantelando a PDVSA.
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