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Comprando cada vez menos: ¿Por qué los venezolanos sienten que se desató una inflación en dólares?

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¿Inflación en dólares?


El Nacional echa mano de las opiniones de los economistas Antonio de la Cruz, Luis Oliveros y José Guerra, así como de ejemplos prácticos, para explicar por qué en Venezuela suben los precios en la moneda estadounidense

En las últimas semanas se ha vuelto a extender con fuerza la idea de que en Venezuela existe una marcada inflación en dólares. No es algo nuevo, en realidad. Desde que comenzó el proceso de dolarización transaccional, en 2019, recurrentemente se ha percibido una disminución en el poder de compra de la moneda estadounidense.

Efectivamente, los consumidores perciben este fenómeno como una inflación en dólares, pues cada vez se requieren más divisas para comprar las mismas cosas. Los economistas rechazan esa expresión, pues detrás se esconde una distorsión que no procede propiamente de la inflación sino del comportamiento del tipo de cambio.


Inflación en dólares


El economista Antonio de la Cruz dijo a El Nacional que considera incorrecta la expresión.

“Inflación en dólares en Venezuela no existe porque esa es una moneda que pertenece a Estados Unidos, que es donde se puede establecer si hay tal inflación”, recalcó.

Indicó que verdaderamente está reconocida una inflación de más de 7% (interanual) en Estados Unidos, pero que ese hecho no es aplicable para explicar la pérdida del poder adquisitivo del dólar en Venezuela.

Con su opinión concuerdan los economistas Luis Oliveros y José Guerra, que reiteraron que el fenómeno se debe al rezago cambiario, sin negar que la distorsión se percibe como si efectivamente se estuviera produciendo una inflación en dólares, pues los precios aumentan más en esa moneda que en bolívares.

«Le respeto a cualquier persona, sobre todo a los que no son economistas, que se refieran a inflación en dólares, pues efectivamente hay una sobrevaluación del bolívar», indicó Oliveros. Pese a lo cual aclaró que no considera la expresión como la adecuada, dado que lo que sucede es que el bolívar está sobrevaluado. Lo que podría servir a los consumidores si se manejaran en bolívares, pero, como lo explicó, al menos dos tercios de las transacciones en Venezuela se hacen en dólares, razón por la cual quienes tienen ingresos en la divisa estadounidense se ven afectados.

Dificultades de un sistema bimonetario


Guerra consideró, por su parte: «La expresión inflación en dólares es controversial, sumamente controversial, porque la inflación ocurre en la moneda que tú (como nación) emites, en este caso el bolívar».

No obstante, reconoció que existe una dificultad para distinguir la inflación cuando se trata de sistemas en los que circulan varias monedas.

«El problema en Venezuela es que hay un sistema dual, bimonetario, donde circula el dólar y el bolívar y hay más dólares que bolívares. Entonces, en estos sistemas es difícil distinguir la inflación en el componente local (el bolívar) y el componente no oficial o la llamada inflación en dólares«, señaló.

No obstante, recalcó que se inclina por la tesis de que lo que sucede en realidad es que el dólar está rezagado.

«Porque hubiese inflación en dólares solamente en el caso de que esta fuese la única moneda que circulara en Venezuela, pero circula el bolívar, entonces la inflación es en bolívares. En el caso de Venezuela lo que pasa es que básicamente el dólar está muy barato y el bolívar está sumamente sobrevaluado», agregó.

Rezago cambiario

El Nacional ha explicado en varias oportunidades lo que se esconde detrás de la supuesta inflación en dólares, que no es más que la sobrevaluación del tipo de cambio real, también conocida como rezago cambiario. En términos simples, el precio del dólar está por debajo de lo que debería en comparación con la inflación, es decir, los productos suben de precio más rápido de lo que sube el dólar.

Dicho de otra forma: el dólar que usted tiene hoy en el bolsillo vale menos de lo que valía el año pasado. Un dólar sigue siendo un dólar, ciertamente, pero solo en términos nominales, porque el mismo dólar no puede comprar lo que hubiese comprado en un período anterior. Tal como ha sucedido en los últimos años con el bolívar, al perder valor (o poder de compra) constantemente. De allí que parezca que en Venezuela se vive un episodio de inflación en dólares, pero el origen, como ya se ha dicho, no es la inflación sino el estancamiento del tipo de cambio.

Usted mismo lo percibe cuando va a comprar algo que se acostumbró a pagar a 1 dólar y ahora cuando lo adquiere le dicen que debe dar el dólar y 1, 2 o 3 bolívares más, o 2 dólares en el peor de los casos.

Pero esto no significa que los precios en dólares aumentaron. Se percibe como tal, pero los que subieron fueron los precios en bolívares y usted debe gastar más dólares para alcanzar esa cantidad de bolívares.

A continuación, se precisarán algunos de los puntos para comprender por qué los venezolanos sentimos que hay inflación en dólares y por qué la expresión es considerada incorrecta desde el punto de vista de la literatura económica.

Se acabó la hiperinflación, pero sigue la inflación


Lo primero que es oportuno puntualizar es que sigue habiendo inflación (en bolívares). Algo que a juzgar por decenas de comentarios observados en redes sociales parece que se está perdiendo de vista, ante el hecho confirmado por el Banco Central de Venezuela y por economistas de que se acabó la espiral de hiperinflación.

Vale la pena recalcar: si bien es cierto que Venezuela salió de la hiperinflación eso no significa que desapareció la inflación. Y esta, por cierto, sigue siendo elevada si se compara con el índice de precios de otros países, pues aunque disminuida en contraste con los momentos más oscuros de la hiperinflación (233,30% de inflación mensual en mayo de 2018, según datos de la Asamblea Nacional), Venezuela sigue experimentando mensualmente índices que en otras naciones corresponden a un año.

La cifra más reciente de inflación venezolana fue la de febrero, que se ubicó en 1,7% mensual según el Observatorio Venezolano de Finanzas. En enero fue de 4,8% y la de diciembre de 6%.

Son cifras que en Venezuela consideramos bajas, algo completamente comprensible tras indices mensuales que llegaron a sobrepasar las tres cifras. Pero pongámoslo en perspectiva. La inflación anualizada fue de 246%. Mientras tanto, el índice de inflación anualizada a febrero (febrero de 2021 a febrero de 2022) en Colombia es de 8,01%. Y en el país vecino están preocupados por considerar esta cifra como muy alta, pues tras los efectos perversos de la pandemia para la economía global los precios se han elevado en todo el mundo.

El caso de Estados Unidos es un buen ejemplo. La inflación mensual de febrero fue de 0,8% y es una cifra alarmante, pues con 7,9% de inflación anualizada (febrero 2021-febrero 2022), ese país vive el índice de precios más elevado en 40 años.

Tipo de cambio de equilibrio

El siguiente punto para comprender por qué los venezolanos cada vez compramos menos con la misma cantidad de dólares es el tipo de cambio de equilibrio.

En una ocasión, el economista y analista Luis Vicente León explicó a El Nacional lo siguiente: «El tipo de cambio de equilibrio es aquel que hace que el costo de una cesta de bienes en Venezuela sea el mismo a ese cambio, es decir, que con una misma cantidad de dólares se puedan comprar los mismos productos. Si la inflación interna sube, el valor del dólar debe aumentar en esa misma proporción para mantener el equilibrio».

Por tanto, si los precios (en bolívares) suben, el precio del dólar debería subir en igual porcentaje para que con la misma cantidad de dólares se compren los mismos productos. Pero eso no está pasando.

De hecho, no ha pasado desde 2019. Aun en momentos en que el precio del dólar subía constantemente, lo hacía a un ritmo inferior que la inflación. Sin embargo, actualmente el impacto se siente con mayor fuerza debido a que el dólar lleva mucho tiempo estancado mientras el precio de los productos sigue aumentando, aunque en menor medida, como se mencionó.

Para comprenderlo vale la pena recordar desde cuando no sube el precio del dólar.

El 23 de julio de 2021, hace más de siete meses, el precio de la moneda estadounidense superó la barrera de los 4 millones de bolívares de los llamados soberanos, o 4 bolívares de los de ahora, en principio denominados digitales por el gobierno.


inflación en dólares

Desde entonces, el valor del dólar se ha mantenido en el rango de los 4 bolívares. Solo en contadas ocasiones llegó a rozar o superar ligeramente los 5 bolívares, para  descender casi de inmediato.

Pero antes de esto la cotización de la divisa estadounidense se mantuvo en el rango de los 3 millones (3 bolívares actuales) desde el 13 de mayo. Es decir, transcurrieron más de dos meses para que el precio del dólar pasara de los 3 a los 4 bolívares.


inflación en dólares


En prácticamente 10 meses hasta la fecha, el rango del dólar aumentó menos de 2 bolívares.

Si se considera la totalidad del año 2021, es notorio el rezago cambiario.

El 30 de diciembre de 2020, el dólar paralelo cerró en 1.027.812,89 bolívares soberanos (1,03 bolívares). Y se cerró el 31 de diciembre de 2021 en 4,71 bolívares. Se trata de una diferencia de 3,68 bolívares.

Pero fíjese no solo en la cantidad de bolívares sino en el porcentaje. En todo 2021, el dólar aumentó 357,28%. Una cifra que seguramente lo escandalizará, pero le parecerá pequeña cuando la compare con la inflación (bolívares) de ese mismo período.


inflación en dólares


La inflación de todo 2021 fue de 660%, según el Observatorio Venezolano de Finanzas. Es decir, los precios aumentaron cerca del doble de lo que subió el dólar. En otras palabras, el incremento del dólar no siguió el mismo ritmo de la inflación, pese a que esta se desaceleró en comparación con los años previos.

En concordancia con lo que se explicó sobre el tipo de cambio de equilibrio, en 2021 el dólar debía aumentar 660% para mantener el equilibrio. Y así usted podría haber comprado los mismos productos a finales de diciembre de 2020 y de 2021 con la misma cantidad de dólares.

Pero, al dólar le faltó incrementar otro 302,72% para compensar la inflación del año pasado.


«Si los precios están en dólares no deben subirlos»


Muchos comentarios se difunden por redes sociales y también se escuchan en la calle afirmando que si los «precios están en dólares, no deberían subir porque el dólar no ha subido». Pero este comentario evalúa la inflación desde la perspectiva de una moneda que no es la nacional. La moneda nacional es el bolívar y la inflación ocurre en bolívares, como destacaron De la Cruz, Guerra y Oliveros.

Cuando usted va a una tienda a comprar un producto, ese producto tiene un precio en bolívares. Aunque usted lo pague con dólares, lo que en realidad está pagando es el precio de ese producto en bolívares.

Y usted dirá, pero voy a tiendas que tienen los precios marcados en dólares, que se dolarizaron. Ciertamente, pero ese monto lo que suele reflejar es la cantidad de dólares que usted necesita para equiparar el precio de ese producto en bolívares.

Pongamos un ejemplo tomado en parte de la realidad: si en un momento determinado un kilo de queso costaba 6 bolívares y el dólar estaba en 3 bolívares, usted necesitaba 2 dólares para pagar esos 6 bolívares que valía el kilo de queso.

Sin embargo, posteriormente hay menos disponibilidad de leche, se establecen alcabalas que cobran vacuna a quienes transportan el queso, desaparece el gasoil y la gasolina complicando la producción y el transporte, entre otras peripecias. Lo que contribuye a romper el equilibrio entre la oferta y la demanda, por lo que en el mercado hay menos queso disponible de lo que el mercado necesita, además de que aumentan los costos de producción. Todo lo cual termina subiendo el precio del kilo de queso, por ejemplo, a 9 bolívares.

En ese entorno, para mantener el tipo de cambio de equilibrio el dólar debería subir a 4,5 bolívares, con lo cual usted, que compra con dólares, necesitaría los mismos 2 dólares para comprar el kilo de queso.

Pero el dólar se queda en el mismo valor. Entonces, como consecuencia, usted ahora necesita 3 dólares para comprar el kilo de queso. Y si no está dispuesto o no puede pagar los 3 dólares, debe comprar solo 2 dólares pero por una cantidad menor de queso (unos 600 gramos).

Y así es como usted y todos los venezolanos que hacen sus compras en dólares quedan inmersos en el dilema de gastar más dólares para comprar los productos que acostumbra, o gastar la misma cantidad de dinero pero adquirir menos productos o menores cantidades. Todo esto mientras probablemente sus ingresos en dólares siguen siendo iguales o solo subieron ligeramente.


¿Y por que el dólar no sube en la misma medida que la inflación?


El dólar no sube en la misma medida que la inflación porque el Banco Central de Venezuela viene aplicando desde el año pasado una fuerte y sostenida intervención cambiaria.


En 2021 el ente emisor aplicó una política, aparentemente dirigida a que Venezuela saliera de la hiperinflación, de inyectar divisas en el mercado, estancando el tipo de cambio. Una medida que mantiene con el objetivo de impedir que al incrementar el precio del dólar también suban abruptamente los precios de los bienes y servicios.


Impuesto al dólar


Pero además el plan económico del Ejecutivo nacional este año aparentemente requiere desincentivar el uso del dólar, a juzgar por las medidas que está aplicando. La más llamativa es la reforma de la Ley de las Grandes Transacciones Financieras.

Aunque se titule Grandes Transacciones Financieras, en realidad afecta la generalidad de las operaciones, por pequeñas que sean. Y esta reforma incluye un controversial contenido que supone un impuesto a las transacciones que se realicen con monedas distintas del bolívar y el petro.

La ley, que ya fue aprobada y publicada en Gaceta Oficial, contempla una alicuota de 3% a las transacciones ante entidades económicas calificadas como «sujetos pasivos especiales».

Es decir, si usted va a un comercio y este tiene la calificación de «sujeto pasivo especial» deberá pagar un impuesto si hace sus pagos en dólares. No así si decide hacerlos en bolívares o, si lo prefiere, en petros.

No obstante, el decreto exonera las remesas, las operaciones cambiarias, los pagos en bolívares desde cuentas en divisas, y las transacciones en divisas ante entidades económicas no calificados como «sujetos pasivos especiales».

El dólar compra cada vez menos


Todo lo anterior sirve para llegar al punto concreto de que existe una distorsión en la economía venezolana que involucra una pérdida del poder de compra del dólar.

Se le llame inflación en dólares, rezago cambiario o sobrevaluación del tipo de cambio real, el hecho es que los venezolanos que por al menos tres años han buscado refugio en la moneda verde, vuelven a sentir que el dinero se le diluye en las manos o en las cuentas bancarias porque sus dólares compran cada vez menos.

@DeisyKarina8






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