Mérida, Noviembre Miércoles 29, 2023, 08:55 am
Mi
relación con el frío no es buena. Me desagradan las bajas temperaturas. Hoy en
día el frío hace que me duela la piel. Lo bueno, creo, es que me induce a
escribir. La idea de que hay un lugar en donde nos espera un mejor porvenir es
un pensamiento clásico de esperanza. Así como existe la creencia de que todo
tiempo pasado fue mejor, la naturaleza humana tiende a hacernos algunas trampas
mentales. Si nos descuidamos terminamos enredados en el pesimismo, destino al
cual pareciera conducir la mayoría de los caminos. De la propensión a creer que
hay un lugar en donde podíamos ser feliz se ha alimentado en el imaginario
colectivo la idea del paraíso terrenal. Las ideas se sobreponen a la realidad.
Historias
de los conejos malos
Mi
relación con el calor siempre ha sido buena. El calor también me induce a
escribir, lo que cambia es el estado mental acerca de lo que se escribe. Cuando
un cantante decadente es idolatrado por las masas al punto de volverse el
principal referente cultural de una época, hay que prestarle atención. El
estercolero de lo humano tiende a comportarse de manera fantástica
independientemente de que no compartamos los gustos de los demás. En ocasiones, necesitamos negar cosas de la
realidad para poder llevar la fiesta en paz. La negación, el mirar a otro lado
frente al horror y tratar de ocultar el lado difícil de la vida son tan útiles
y necesarios como cultivar la alegría y el placer. Lo banal es tan trascendente
como los espacios que idealizamos. En el ejercicio de tratar de desenredar la
existencia podemos encontrar muchas tensiones. El pensamiento acerca de la existencia
todavía tiene espacio para una persona de la contemporaneidad, lo cual
potencialmente puede explicar las razones por las cuales la filosofía, una vez
más, se encuentra ante fuego cruzado. Pensar siempre puede ser visto como una
potencial amenaza.
Negación
total
Reconozco
que mi relación con el frío fluctúa. Hasta hace poco me duchaba con agua helada
al despertar. En ocasiones, necesitamos negar cosas de la realidad para poder
llevar la fiesta en paz. La negación, el mirar a otro lado frente al horror y
tratar de ocultar el lado difícil de la vida son tan útiles y necesarios como
cultivar la alegría y el placer. Lo banal es tan trascendente como aquellas
cosas que le damos carácter de valor. Se puede reír y llorar. Humanamente no
podemos asimilar tanta información que nos circunda, por lo que la solución
termina siendo no verla. Tan simple como eso. De ahí surge el pleno derecho a
ser ingenuo y la candidez se aprecia enormemente. La idea de un mundo en el
cual hay más trampas que ratones se asemeja a la de los hombres de la edad
media que pensaban que la vida es un valle de lágrimas. Para sobrellevar el
plato fuerte es imprescindible poder negar la realidad.
Ontología
cotidiana
Calor
y frío. Cuando la persona intenta realizar una búsqueda intelectual para darle
sentido a la existencia, está desarrollando el pensamiento en su máxima
expresión. Al tratar de hallarle sentido a la vida, estructurarla en una
dimensión medianamente creíble y al argumentar sobre los alcances de esta
manera de pensar, se está haciendo filosofía. La razón no nos es propia por
cuanto somo seres argumentativos y no racionales. Lo argumentativo trata de
generar tranquilidad y a través de lo discursivo vamos desarrollando aquellas
cosas en las cuales creemos y las contextualizamos. La razón, en cambio, tiene
que ver con la búsqueda de la verdad. La razón también tiene que ver con
entender que en muchas ocasiones la verdad nos va a ser esquiva. En lo que sí
coinciden lo argumentativo y lo racional, es que, en medio de sus limitaciones,
el discurso humano tiende a lo especulativo. Es muy difícil pensar sin
especular. De ahí que, si bien podemos llegar o no a ser argumentativos o
racionales, siempre la cualidad de la especulación va a estar presente en lo
humano. Me alegra que Milan Kundera, a propósito de que “la vida está en otra
parte”, se explaya al menos en un par de sus libros sobre el tema. Es ante este
tipo de ideas cuando la relación entre frío y calor parecieran lograr cierto
equilibrio.
@perezlopresti