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GANÓ GUSTAVO PETRO, GANÓ COLOMBIA, GANÓ NUESTRA AMÉRICA por Alirio Liscano

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Alirio Liscano


I

Fue una jornada ciertamente histórica. Sin teatro, sin piñatas, sin borracheras. Es la verdad. Petro se definió como una opción electoral de centro-izquierda, en esos términos hizo su campaña electoral y de esa manera cerró su triunfo anoche ante sus seguidores en el norte de Bogotá. Sí se pudo, sí se pudo, sí se pudo, gritaban sus hombres y mujeres emocionados. A su lado lo primero, la familia, luego Francia Márquez, la Vicepresidenta afrolatina, también heroína de la contienda y después figuras de su Comando de Campaña acompañados por Antanas Muskus, ex-alcalde de Bogotá. En el cielo bogotano se juntaron ayer, de visita y con estrellas, luego de 200 años, las almas inmortales del Libertador Simón Bolívar, Sucre, Urdaneta, Manuela, Fergusson e Ibarra, el primero asistente de Bolívar y el segundo de su guardia de honor, asesinado y herido respectivamente, la noche septembrina de 1828 cuando los esbirros de Santander asaltaron el Palacio de San Carlos para acabar con la vida del caraqueño. No es poca cosa la victoria de ayer. Los pueblos, rebeldes como nuestros ríos, siempre regresan. Y ahora precisamente están de vuelta. Y claro, como huyeron asustados con esa clara luna granadina, no se asomaron por allí los hombres del "jefe" de Cúcuta, José María Obando, asesino del Mariscal Sucre, Vicente Azuero y José María Arrubla. Ni tampoco Álvaro Uribe Vélez, Iván Duque, Rodolfo Hernández y mucho menos el tal Federico "Fico", los grandes derrotados de ayer. Ésta ha sido pues, una victoria histórica.

II

Vayamos con Petro y su primer discurso-acto de gobierno. Tiene de entrada dos rasgos notables. Es carismático, sereno, pausado, reflexivo, pero además, tiene el "mapa completo" de Colombia en la cabeza, lo que explica porqué Hernández rehusó el debate. Comenzó jurando con mucha fuerza que impulsará su programa de gobierno, o sea, su compromiso ético superior. Quiera Dios que no lo vayan a matar. "Cuente Colombia con que yo no la voy a traicionar", dijo. Muy importante la ratificación de la palabra empeñada en una patria bolivariana en que la dominación imperial-oligarquica, la traición y el sicariato, ya cumplió dos siglos. Luego, un canto a la paz, al amor y a la esperanza, es decir, a la reconciliación para "reconstruir Colombia". Mi gobierno será de diálogo, de oídos para escuchar y de puertas abiertas, aseguró. Y después llamó a la unidad en la justicia, jurídica pero sobre todo "social". En las nubes estarían paseándose, en celebración gozosa, Rafael Uribe Uribe, Jorge Eliecer Gaitán, Camilo Torres Restrepo, Marulanda, Pardo Leal, Jaramillo Ossa, Luis Carlos Galán, Carlos Pisarro León-Gomez, la Unión Patriótica, la Alianza Democrática y sus líderes y candidatos presidenciales asesinados de diversas maneras por la caverna imperial-oligarquica, a lo largo del cruento siglo xx, especialmente desde que Virgilio Barco declaró la guerra "a los carteles de la droga" en su duro período de 1986-1990. Por supuesto, hizo énfasis en la materia social y climática, aparte de la pandemia, los flagelos más dramáticos del capitalismo infernal llamado "neoliberalismo". No se calló nada. Habló de la urgencia de ocuparse de la juventud, las mujeres, los indígenas y productores, en el camino a la agricultura, la ganadería y la agroindustria, vale decir, a la alimentación de los colombianos. Y esbozó las líneas de su política exterior, reiterando el respeto al orden jurídico internacional y sus instituciones y remarcando la solución pacífica de los conflictos, la no intervención y la libertad de los estados para autodefinir sus prioridades. En este sentido, no omitió la importancia de entenderse con el gobierno de Venezuela para relanzar la vida de la frontera común. Sólo guardó silencio prudente sobre los temas y las bases militares, lo que también pudiera entenderse como un rasgo positivo de sinderesis. Con Petro, Colombia podría fortalecer la corriente progresista del Continente, erigiéndose en factor de paz en la Patria Grande, lo que representaría un gran avance. Nosotros Venceremos. AL.




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