Mérida, Abril Viernes 19, 2024, 02:09 am
Nuestra Iglesia en Venezuela se
prepara para celebrar la II Asamblea Nacional de Pastoral, bajo el lema: “Una parroquia
misionera en salida para nuevos tiempos, desde una Iglesia en Comunión”, a
partir de este viernes 8 y hasta el domingo 10 de julio, se nos abre un gran espacio
de comunión y participación, de escucha al Espíritu, para entrar en ese camino
de renovación y reimpulso evangelizador, que nos permita asumir con valentía una
fe comprometida con un pueblo que no pierde la esperanza.
Con motivo de los 500 años de la
evangelización en Venezuela, se celebró el Concilio Plenario, pues abarcó a
toda la nación, con mirada de fe y visión misionera nos dio los lineamientos
pastorales de una Iglesia que contribuye a la gestación de una nueva sociedad, dejando
además importantes decisiones, en su documento: “Instancias de Comunión del
Pueblo de Dios para la Misión”, se definió la celebración de asambleas
periódicas a nivel nacional, con la guía de los obispos, y con representantes
del clero, de los institutos de vida consagrada y del laicado, ayudaran a
impulsar la puesta en práctica del Concilio (ICM 216), a dichos encuentros se
les llamó Asambleas Nacionales de Pastoral. Con esta decisión, se quería
prolongar en el tiempo, la opción aplicada desde la fase preparatoria del
Concilio: “Si los Obispos hemos convenido celebrar un Concilio es porque no
queremos tomar decisiones aisladamente. Compartiendo oración, experiencia,
información, reflexión y diálogo con el mayor número de hermanos y personas de
buena voluntad en la nación, deseamos ejercer nuestra responsabilidad episcopal
en un amplio marco de comunión y participación”. Rezaba el documento.
En este sentido, se realizó la I
Asamblea Nacional de Pastoral, llevada a cabo del 06 al 08 de noviembre de 2015
en la Universidad Católica Andrés Bello. Previamente, se realizaron asambleas
parroquiales, diocesanas y provinciales en las que participaron sacerdotes,
religiosos y laicos junto a sus obispos para discutir la realidad que
presentaban sus instancias, bajo el lema “renovando la misión de la Iglesia en
Venezuela”.
Durante esta I Asamblea Nacional
de Pastoral, la Iglesia en Venezuela identificó cuatro grandes dimensiones de
la evangelización: El Anuncio, la invitación a ser una Iglesia en estado
permanente de misión; la Comunión, que pide vivir la espiritualidad en
fraternidad desde los diversos carismas y ministerios; el Servicio, fundamento
de la Iglesia que nos recuerda el sentido social de la fe; y la Formación, a la
cual somos llamados como bautizados y discípulos de Jesús.
En el marco de esta II Asamblea
Nacional de Pastoral se pone el enfoque en la parroquia como centro de la vida
y labor cristiana. Durante varias asambleas en cada comunidad cristiana nos
hemos preguntado: ¿Cuál es la Iglesia que soñamos?... a la que van surgiendo sueños
compartidos que no son irrealizables, sino que permiten un potencial transformador;
capaces de hacerse realidad con el empeño y empuje de todos.
De tal modo, que la II Asamblea
tiene el enorme reto de verlos cristalizar, como bien lo señala el documento
preparatorio: “La parroquia sigue siendo una instancia imprescindible para el
encuentro y la relación viva con Cristo y con los hermanos y hermanas en la fe”,
además de resaltar que hoy la Parroquia está llamada a ser el principal espacio
de identificación y participación eclesial. En ella nace, crece y madura la
vida cristiana de la mayoría de los bautizados.
El Papa Francisco nos ha invitado
en la Evangelii Gaudium a pasar de una Iglesia “de simple administración”, a
una Iglesia en permanente estado de misión” (25). Dejándonos confrontar constantemente
con los cambios en curso de la cultura actual y de la existencia y realidad
misma de las personas.
Se trata de un proceso de acciones
de cambio, lo que ha llamado el Papa Francisco, “conversión pastoral”, que nos
ayude a inspirar las acciones de todas las instancias eclesiales, lo que
implica una conversión de la persona, una conversión de las estructuras y una
conversión en los métodos. Todo esto nos permitirá llegar a las acciones
concretas que debemos hacer para lograr la parroquia que soñamos.
Tenemos al frente el reto de lograr
una sociedad más justa, más solidaria y más humana, haciendo a un lado la
mundanidad espiritual, la cultura del descarte y todos los vicios eclesiásticos
que la alejan del testimonio cristiano que debemos dar. Sin dejar a un lado la
disposición a la misión, que cuide y proteja la casa común, que se done a los
más frágiles y desfavorecidos y muestre el rostro misericordioso de Dios.
Vivamos juntos este anhelo de
parroquias en Venezuela en salida misionera, cercanas a quienes viven en las
periferias geográficas y existenciales, con un decidido protagonismo y
compromiso apostólico de los laicos, respondiendo así a los desafíos de los
nuevos tiempos.
Mérida, 3 de julio de 2022