Trump
volvió el sábado a los mítines de campaña con la esperanza de impulsar
su candidatura a la presidencia de Estados Unidos, con un discurso en el
estado clave de Nuevo Hampshire antes de viajar a Carolina del Sur.
"¡Ahora
estoy más enfadado y más comprometido con esto que nunca antes!", clamó
Trump en Nuevo Hampshire, arrancando automáticamente un aplauso de la
multitud.
Nuevo Hampshire y Carolina del Sur estarán entre los primeros en organizar las primarias republicanas a principios de 2024.
"Necesitamos
un líder que esté preparado para enfrentar a las fuerzas que arrasan
nuestro país", dijo el magnate ante una multitud en la pequeña ciudad de
Salem, pero después de reinar durante años en la Grand Old Party, como
se conoce al Partido Republicano, Trump no estará en terreno
conquistado.
Esta
vez, el expresidente dio discursos más breves que en otras ocasiones.
No compareció ante grandes multitudes, sino ante un público reducido
donde volvió a asegurar que le robaron las elecciones de 2020.
En
concreto, en la ciudad de Salem, en Nuevo Hampshire, dio un discurso en
el auditorio de un instituto de secundaria; mientras que, en el estado
de Carolina del Sur, apareció acompañado de legisladores de ese estado y
líderes locales en el parlamento estatal de la ciudad de Columbia.
Uno
de los temas centrales, fue la inmigración: Trump volvió a hacer
propuestas para reforzar la frontera y, de manera similar a cuando lanzó
su campaña en 2016, aseguró que los migrantes y refugiados que llegan
irregularmente a Estados Unidos, no son bienvenidos.
En los dos
mítines, se refirió al Gobierno del presidente mexicano, Andrés Manuel
López Obrador, y aseguró que cuando era presidente presionó a México
para que aceptara el polémico programa “Quédate en México”, que obligaba
a migrantes y refugiados a permanecer en ese país mientras se resolvían
sus peticiones de asilo.
Según destacó Efe, el magnate presumió
de las presiones a las que sometió a los presidentes de El Salvador,
Guatemala y Nicaragua para que impidieran que sus ciudadanos migraran a
Estados Unidos.
Trump también tuvo tiempo de arremeter
contra China y Alemania, aunque los mayores aplausos se los llevó cuando
entró en los temas culturales que dividen a Estados Unidos.
Cabe
recordar que, el expresidente se está enfrentando a numerosas
investigaciones, incluida una de un fiscal especial designado por el
Departamento de Justicia para investigar su papel en el asalto al
Capitolio de 2021 y la posesión de unos documentos clasificados en su
mansión de Mar-a-Lago.
Con información de DW