Mérida, Octubre Domingo 13, 2024, 05:55 pm
Centenares de alumnas iraníes, de edades que oscilan en los 10 años, han tenido que ser internadas en hospitales del país como consecuencia de una ola de envenenamientos en las escuelas que las autoridades afirman «estar investigando». Las niñas presentan problemas respiratorios, mareos, vómitos y fatiga, tras haber inhalado una sustancia gaseosa cuyo origen se ignora, pero que, según el Ministerio de Sanidad, «no es un producto de uso militar porque está disponible en el mercado». La falta de información precisa, y las contradicciones en las declaraciones de algunos funcionarios, han aumentado el clima de indignación en Irán, también por parte de representantes moderados del régimen fundamentalista.
Las denuncias de envenenamientos, con el objetivo aparente de disuadir a las niñas de asistir a clase, comenzaron a finales de noviembre, según informa la agencia Tasnim, y han tenido como epicentro escuelas femeninas de Qom, la ciudad más santa para el islam de la corriente chií, mayoritaria en Irán. Este martes se reportó un nuevo caso de envenenamiento de 35 alumnas, esta vez en una escuela en Pardis, localidad cercana a Teherán. Con ese incidente, son ya 650 las niñas que han sufrido casos de envenenamiento en el aula, según informó la BBC, aunque por ahora ninguno ha tenido gravedad. Los padres de las escuelas afectadas no permiten a sus hijas acudir a clase, y sus protestas siguen sin obtener una respuesta clara.
«Es evidente que algunas personas quieren que cierren las escuelas, en particular las de niñas», declaró el pasado domingo en rueda de prensa el vicepresidente iraní de Sanidad, Younes Panahi, que no hizo referencia a ninguna persona o sector en particular. «Las víctimas no necesitan tratamiento invasivo y hay que mantener la calma», se limitó a añadir el número dos del ministerio, según informa France Presse.
Tras el nuevo episodio de envenenamiento reportado ayer, el jefe de la Policía Nacional, Ahmadreza Radan, anunció que sus agentes estaban «identificando a posibles sospechosos». De momento, no se anunció ningún arresto relacionado con el asunto. «Todos los servicios del Estado intentan atajar los temores de la población», agregó Radan, citado por Tasnim.
Las sospechas apuntan a un supuesto sector más radical dentro del régimen jomeinista, que busca algún tipo de «venganza» por los meses de protestas en las calles tras la muerte en septiembre de la joven Mahsa Amini, detenida por llevar mal puesto el velo islámico. Las protestas -que se diluyeron en diciembre, dejando tras sí un rastro de muertos y detenidos- estuvieron también protagonizadas por alumnos de colegios de todo el país. Una foto colgada en Twitter, que dio la vuelta al mundo, muestra a un grupo de colegialas fotografiadas de espaldas sin velo, y haciendo la peineta a una foto de los ayatolás Jomeini y Jamenei que cuelga sobre la pizarra. El gobierno de la república islámica de Irán está en manos de un presidente y de sus ministros, pero el poder reposa en manos del estamento clerical de los ayatolás y los mulás, presidido por el Líder Supremo, el ayatolá Jamenei.
Las sospechas apuntan a un supuesto sector más radical dentro del régimen jomeinista, que busca algún tipo de «venganza» por los meses de protestas en las calles
En teoría, y a diferencia del régimen teocrático suní de los talibanes, el sistema fundamentalista iraní presume de permitir el acceso a los estudios a las mujeres -aunque luego las discriminen en muchos otros terrenos-, y usa ese argumento para proclamar su inocencia en esta ola de ataques en las escuelas primarias. No obstante, los analistas recuerdan algunos de los textos más flamígeros del fundador del régimen, el ayatolá Jomeini, contra la presencia de la mujer en la vida pública. Antes y después de la revolución de 1979, Jomeini escribía con gran ira de la 'inmoralidad' que, según él, se derivaría del hecho de que las mujeres fueran profesoras y educaran a adolescentes.
En materia de educación, el régimen jomeinista advierte sin embargo que está comprometido con la 'enseñanza para todos', y apunta al hecho de que actualmente hay más chicas que chicos en las universidades del país. Pero la falta de transparencia de la dictadura clerical, y la clara existencia de sectores en esta que quieren 'mano dura' tras los meses de protestas en las calles y revueltas contra el velo islámico, hacen dudar a muchos del propósito de este episodio de terror en las aulas.
Un dignatario chií, el ayatolá Javad Aalvi-Boroujerdi, lamentó las «declaraciones contradictorias de las autoridades» acerca del origen del caso. «Un responsable menciona el envenenamiento intencionado, mientras que otro acusa a fallos en el sistema de calefacción. Son contradicciones que refuerzan la desconfianza de la gente hacia el Estado», consideró, según declaraciones recogidas por la agencia Shafaqna.
DIARIO ABC / ESPAÑA