Perú, Lima.- La
Fiscalía de Perú considera que el expresidente Pedro Castillo puede ser
condenado a más de 31 años de cárcel por la presunta comisión de delitos
de corrupción durante su Gobierno (2021-2022), por los que solicitó que
se le impongan 36 meses de prisión preventiva, reveló este miércoles el
diario Perú21.
El rotativo señaló que accedió al
requerimiento presentado el martes por el fiscal supremo Helder Terán,
quien "proyectó" una pena de más de 31 años de cárcel para Castillo, que
actualmente cumple otra orden de prisión preventiva por 18 meses por
intentar dar un golpe de Estado en diciembre pasado.
Terán
señaló que al exgobernante se le imputan los delitos de organización
criminal, tráfico de influencias agravado y colusión, y que la condena
total estimada es la suma de 18 años y 4 meses por el primer cargo, 6
años y 8 meses por el segundo y 6 años y 4 meses por el último, según
detalló el rotativo.
En esta investigación
también se ha implicado a los exministros de Transportes y Vivienda,
Juan Silva y Geiner Alvarado, respectivamente, para quienes también se
ha solicitado la prisión preventiva.
En el
pedido fiscal, que será evaluado este viernes por el juez supremo Juan
Carlos Checkley, se acusa a Silva, quien está prófugo de la Justicia
desde el año pasado, de organización criminal y colusión simple,
mientras que Alvarado es señalado como presunto autor del delito de
organización criminal.
Castillo permanece en
prisión desde el 7 de diciembre pasado, cuando fue detenido por intentar
dar un autogolpe de Estado y después de que el 16 de diciembre la
Justicia dictara una primera prisión preventiva en su contra, mientras
lo investigan por los delitos de rebelión y conspiración.
El
nuevo pedido fiscal de encarcelamiento preventivo se ha hecho por
presuntamente encabezar una organización criminal durante su Gobierno
dedicada a obtener dinero a cambio de licitaciones fraudulentas de obras
públicas.
Esta investigación del Ministerio
Público se oficializó después de que el Congreso aprobara el 17 de
febrero pasado el informe final de una denuncia constitucional contra el
exmandatario, un paso necesario para retirar la inmunidad con la que
contaba por su condición de ex jefe de Estado.
La
denuncia presentada por la Fiscalía de la Nación que aprobó el
Legislativo recomendó acusar a Castillo por la presunta comisión del
delito contra la tranquilidad pública, en la modalidad de organización
criminal agravada por su presunta condición de líder.
También
por el delito contra la administración pública, en la modalidad de
tráfico de influencias agravado, así como presunto cómplice del delito
contra la administración pública en la modalidad de colusión.
El
expediente responde a presuntas irregularidades encontradas en las
obras del Puente Tarata II, en el norteño departamento de San Martín, y
en otros supuestos casos de corrupción relacionados con la empresa
pública Petroperú y el Ministerio de Vivienda.