Mérida, Diciembre Domingo 10, 2023, 07:51 am
En los días santos es
inevitable reflexionar sobre lo profano y lo divino, lo inmediato, previsible y
esperado. Dejamos aquí unas pocas observaciones sobre la hora.
1. Las rebeliones se alimentan,
en gran medida, de resentimientos. El que manda, debe cuidarse de generar la
menor cantidad posible.
2. En tiempos de
rebelión, hasta los más cultos y moderados, puestos en circunstancias, terminan
arrastrados por la vorágine de la irracionalidad.
3. En política nadie
sabe para quién trabaja y los que invocan al demonio, rara vez están allí
cuando llega: “A situación diferente, hombres diferentes”.
4. Muy pocos entienden
que mientras más alto se sube, más dura puede ser la caída. La humillación es
proporcional a la soberbia.
5. En cualquier
circunstancia, la toma de decisiones no puede desentenderse de la prudencia,
aunque si ésta es abundante paraliza y, si falta, acerca el fracaso. Cómo en la
física, las acciones generan reacciones.
6. En política se
pagan caro los fracasos, pero los éxitos se cobran con sencillo. Por eso es
fundamental saber lo que se hace, cómo se hace y con quién se hace.
7. La demagogia
siempre es mala compañera. Pero hay que tener cuidado, porque la mayoría sólo
escucha lo que le conviene.
8. No se deben asumir
tareas para las que no se tiene preparación. La audacia y la mentira tienen
patas cortas.
9. El fanatismo ciega, la realidad es testadura y quién vive de ilusiones, muere de desengaños. Es
suicida perder la conexión con la realidad.
10. La gente es como
es, no como nos gustaría o queremos. Es más provechoso intentar conocer a las
personas, que pedirle peras al olmo.
11. El que no hace
bien, si le provocan, puede hacer mucho mal. Es mejor respetar y no subestimar
a nadie. Aunque hay gente temeraria que es preciso enfrentar, porque no
entienden de respeto, ni de nada.