Mérida, Diciembre Domingo 10, 2023, 06:16 am
Una nación sometida y desmembrada en toda su estructura
social requiere de una depuración absoluta de los elementos más obscuros que la
controlan. Si discriminamos las corrientes oficialistas que han tenido en sus
manos el poder central por 24 años tenemos dos tormentas de un poder
destructivo de magnitudes incalculables el llamado Chavismo y el Madurismo, uno
más cruel que otro, pero ambos constructores de la Venezuela miserable, pobre y
hasta ahora acobardada.
En los niveles centrales de los partidos políticos se han
enquistado personajes que perdieron la sensibilidad social, la vocación de
servicio, el coraje y la valentía para luchar por cambiar la triste realidad
que vive la nación.
El chavismo genero una nueva clase política y nueva
estructura social ambas disociadas y contrarias al interés nacional. Surgió la
hegemonía, dirigida por el militarismo exacerbado que progresivamente fue
ganado espacio en la administración pública, propulsada, avalada y consentida
por el líder, si así se le puede llamar, de la revolución que se apoyo en la
promesa falsaria del socialismo del siglo del XXI, que los venezolanos y el
mundo nunca imaginaron que seria el capitulo de la destrucción de la república,
los valores democráticos y desmantelamiento y destrucción de la sociedad y la
familia. Esa primera etapa genero altos niveles de corrupción en todos sus
géneros.
En la era del chavismo se permitió el desangre abrupto de
las arcas de la nación para favorecer el crecimiento de un proyecto político
nacional y continental que conecto a los chulos del continente a la chequera
que camino durante años por américa latina. Se habla de la dilapidación de
recursos por más de un billón de dólares y para no detallar lo que todos
conocemos resumámoslo en la destrucción de todo el aparato productivo del país.
El ascenso del ungido del comandante, dio paso a la continuidad del festín
revolucionario con el agravante del
aumento del militarismo en la conducción del estado, que a todas luces es el
sector de mayor nivel de corresponsabilidad de todo lo que acontece en el país,
el padecimiento extremo que viven los venezolanos, la entrega del país a los
intereses extranjeros y el crecimiento indetenible de la corrupción y el
vandalismo. Recuerden lo que se criticaba años atrás, la gente criticaba y
vociferaba que la fuerza armada no podía convertirse en vendedora de verduras ,
pollos y otros rubros. La verdad a la vista de todos es que era un ensayo y una
distracción porque en definitiva terminaron siendo gobernadores, alcaldes diputados,
ministros embajadores, presidentes de industrias básicas y paremos de contar.
El chavismo y su difunto creador, quebraron al país y lo
comprometieron financieramente por décadas, las actuaciones desacertadas de
expropiación y violación de tratados internacionales y comerciales tocaron los activos
del país en el exterior ante el crecimiento de la inseguridad jurídica que
vulnero a los inversores extranjeros que generaron demandas que ya se han
concretado y ejecutado y muchas siguen en curso. Es decir, el problema es mas
grave de lo que cualquiera se imagina, no solamente es lo que han dilapidado,
desaparecido y robado, hay que agregarle todo lo que se ha confiscado en el
exterior y los bienes que han desaparecido.
Cuantos funcionarios de los periodos gubernamentales del
difunto comandante están hoy presos, solicitados señalados o fuera del pais
protegidos como testigos de investigaciones de todo tipo de crímenes y delitos
o disfrutando en el exterior del botín que les produjo la administración
publica mientras ejercieron altos cargos. La revolución y el socialismo son una
estafa continuada al pueblo venezolano.
El surgimiento del Madurismo dejo heridas en varios sectores
chavistas, por la preferencia del occiso en responsabilizar de la continuidad
de la construcción del socialismo, que a la fecha se conoce su destino final,
aunque se presume su caída ante la decadencia y corrupción. El difunto le
entrego a su elegido un pais ya declarado en ese entonces por los economistas,
como arruinado y con un futuro gris en lo económico. Mientras los beneficiarios
del primer periodo de la revolución hicieron caída y mesa limpia con las
finanzas del estado los herederos del poder con verdadero frenesí, aceleraron
el desmantelamiento institucional, los poderes ya secuestrados, en cambote, le
declararon la guerra al pais al asumir el férreo control social, mientras
muchos hacen de las suyas , miles de funcionarios enriquecidos depravadamente,
denunciados pero beneficiados por la impunidad como política de estado, todos
aferrados al poder por circunstancias que revisten a futuro el no poder
disfrutar las fortunas mal habidas y el enfrentar el peso de la justicia
nacional e internacional.
Mas de 23 años de construcción de un entramado poderoso y
malvado ,que no puede ser enfrentado con vende patrias al frente y menos con
almas vulnerables, susceptibles, presas de la cobardía y el pesimismo inducido
por el hambre y la desesperación.
Muchos venezolanos queremos efectivamente vencer esta
realidad y liderizar la ejecución de las estrategias necesarias para construir
y consolidar urgentemente la fuerza necesaria que conecte a los venezolanos con
una opción real de poder. La tecnocracia y las generaciones de relevo que han
tenido su oportunidad y protagonismo en los últimos años no han estado a la
altura del momento que les ha tocado. La inexperiencia y debilidad en la
formación política y verdadero compromiso con el pueblo venezolano de muchos
actores del pasado reciente y de otros hoy asumiendo responsabilidades es
evidente ante los resultados no obtenidos, las metas no conseguidas y las
políticas necesarias no diseñadas y por ende ausentes e inexistentes. Basta con
entender que la clase política conoce la importancia de la unidad de los
venezolanos y una vemos más de una veintena de aspirantes que casi en su
totalidad no hacen el mínimo esfuerzo por construirla en medio de la diversidad
y lo mas lamentable que algunos asumen ese rol no como una solución para
alcanzar deponer al régimen sino como un vulgar
negocio que se traduce finalmente en un esquema perturbador que hay que
desnudarlo y muchos lo estamos haciendo para minimizar la dispersión, la
desinformación y la manipulación.
Hay un dicho popular que dice “Es preferible atajar que
tener que arrear” El hacer es una premisa de cualquier estrategia constructiva.
Todos quienes pretender salir del régimen ni atajan ni arrean, ni lavan ni
prestan la batea, los días se van en una eterna diatriva y la distracción es
enorme y visible, basta con ver las redes sociales y medios informativos para determinarlo.
Diariamente, con mucha efectividad las sirve el régimen perverso y con
inmediatez la difunden y desarrollan los sectores de oposición. Mientras
Miraflores tiene grandes equipos de especialistas en estos menesteres de
información y desinformación los dirigentes de la oposición no hacen el mínimo
esfuerzo por crear instancias de encuentro que hagan frente a esta realidad,
que es una de las pocas fortalezas que le quedan al régimen influenciada y
tutelada por uno de los mas interesados de la continuidad del régimen en el
poder, los chulos y desalmados cubanos.
A quienes verdaderamente estén en el camino correcto para
lograr el rescate del pais, es necesario exhortarlos para que llamen e involucren
a los mejores hombres y mujeres que estén en el pais o el exterior para que
constituyan un bloque intelectual y científicos de las diferentes áreas, que
contrarreste las estructuras creadas por el oficialismo y terminen de debilitarlo.
Salgamos de la hora loca y pongámosle seriedad al asunto. Sería
imperdonable que esta oportunidad que se tiene de salir de la era
revolucionaria sea dilapidada por la ignorancia, la insensatez, la arrogancia y
los intereses mezquinos de quienes aun están distantes de la realidad y se
fundamentan en discursos vacíos y olvidan lo medular, la unidad de los
venezolanos.
Debemos estar claros, consientes y convencidos y así lo
tenemos que expresar. El régimen esta al día de hoy sin posibilidad de ganar un
proceso electoral, su descomposición interna es evidente y las condiciones
infrahumanas a que tiene sometido a todas las familias venezolanas no puede ser
más dramática. Ante la gravísima situación que vive Venezuela, preparémonos
para cualquier escenario. Hagamos lo correcto no nos equivoquemos,
escuchémonos, entendámonos, integrémonos que prive la racionalidad, se escuche
el clamor popular y se respete su voluntad.