Mérida, Diciembre Domingo 10, 2023, 03:18 pm
Profesionales
y académicos abocados al estudio de las ciencias económicas y sociales, así
como representantes del empresariado y federaciones sindicales, se les
dificulta consensuarse en torno a cómo, cuándo y en qué cuantía debe efectuarse
el ajuste salarial tan ansiado por casi la gran mayoría de los trabajadores
puesto que no hay acceso, por su entelequia, a objeto de acopiar información
numérica sobre la situación e indicadores sobre el crecimiento nacional (PIB),
lo cual constituye una limitante crítica para el logro de un consenso salarial,
así como de una discución sobre contratación colectiva, aunque Venezuela ha venido
experimentando un cierto crecimiento económico bastante discreto, aún así, pareciera que el erario no tuviese la capacidad
amplia y suficiente como para asumir montos tan altos destinados a un
resarcimiento salarial sustentable. Todo estudio sobre desembolsos de dinero
debe efectuarse sobre la base de una información estadística fiable y bien
llevada, pues no es posible efectuar estimaciones mediante datos obsoletos y,
en su defecto, al tanteo o al “ojo por ciento”, vicio al cual se ha estado
recurriendo inescrupulosamente, desde
mucho antes de 2013 por desechamiento de las metodologías tradicionales e
implementación de otras técnicas “más acordes” con la dinámica del socialismo
del siglo XXI, dentro de un contexto puramente ideológico, que ha dado al
traste con esta realidad tan fatídica traspolada en lentificción para la toma
de decisiones de importancia ya que se analiza sobre números forjados. En
efecto, toda decisión se oficializa mediante decretos sibilinos cuya eficacia y
buena intención ae materaliza en mortinato de efectos inertes y hasta de bumerán
o lo improvisado de la metodología empleada.