Mérida, Septiembre Viernes 29, 2023, 04:30 pm
La más reciente decisión de Japón de adherirse al
Acuerdo Multipartito de Arbitraje de Apelación Provisional (MPIA por sus siglas
en inglés), es un claro apoyo al orden comercial basado en normas y muestra la
dirección que tomará la organización multilateral el marco de un mundo cada día
más polarizado. El MPIA es un sistema de arbitraje de apelación creado en abril
de 2020 por iniciativa de la Unión Eurpea (UE) y Canadá, comenzó con 47 miembros
de la OMC —incluidos la UE, Australia, Canadá y China— y en la actualidad lo
integran 53 países.
El objetivo principal del MPIA es complementar el
sistema de solución de diferencias de la OMC. Con esta meta se pretende
favorecer la dinámica del comercio mundial debilitada por los vetos
estadounidenses al sistema de solución de diferencias. El nuevo acuerdo se
sustenta en el respeto a las normas de la OMC desde un nuevo espacio para la
solución de diferencia entre países miembros. En este sentido, si dos países de
la OMC suscriben el MPIA, las diferencias entre estos pueden solucionarse mediante
las normas de este acuerdo en lugar de recurrir al Órgano de Apelación de la
OMC aún hoy paralizado. Para garantizar los resultados de este nuevo marco, los
laudos arbitrales se reconocen como vinculantes y, si una parte no cumple,
pueden estar sujeto a contramedidas.
En este orden, la decisión de adhesión japonesa entre
otras cosas responde a la necesidad de superar la parálisis del sistema de
solución de diferencias en el seno de la OMC, que refleja el compromiso por
avanzar hacia un sistema más dinámico que funcione plena y eficazmente para
solucionar las controversias. Además, como respuesta gubernamental la adhesión
japonesa ha sido considerada como el mejor camino para responder a las
presiones del sector empresarial japones en relación con la solución de
diferencias relativas a las medias tomadas por India y Corea del Sur al menos en
materias sensibles como lo relacionado con productos de acero, microchips y
demás componentes de equipos de última tecnología. De igual manera, Japón
indirectamente incide a nivel multilateral pues la adhesión en la clara
respuesta hacia la reactivación del comercio mundial mediante la conformación
de un espacio más flexible, dinámico y de resultados ajustados a la realidad.
Todo representa la silla en la que Japón hoy se sienta
en la comunidad internacional que lo hace parte del MPIA y de las medidas
inmediatas para solucionar diferencias a nivel del comercio internacional. De
esta forma, solucionar las diferencias comerciales con Japón ahora es directa e
inmediata, pues el país con la reciente adhesión al MPIA brinda oportunidades a
quienes hoy como economías representan escenarios de tensión internacional,
pero que por otro lado representan el principal socio comercial con impacto en
la región asiática.
De igual manera, aunque las normas tradicionales en la
OMC son evidencia de seguridad y orden internacional, de la reciente adhesión
de Japón a la MPIA queda claro la acción eficaz particular de un miembro de la
organización internacional para resolver y cumplir con los compromisos y el
respaldado en la rápida y mejor solución a los problemas en el sistema abierto
del comercio. Finalmente, Japón en 2023 es reflejo de un actor internacional
con seria voluntad para facilitar y mejorar los mecanismos de solución de
controversias en la OMC. Cuya participación no se limita, en su lugar se
expande a nuevos instrumentos de actuación que en particular potencian sus
positivos resultados y se multiplican en sus socios y no socios. Felicidades a
Japón por la nueva lección de verdadero pragmatismo basado en resultados.
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