Mérida, Abril Jueves 24, 2025, 12:03 am
“Los gigantes de un solo ojo descritos en la mitología griega no son seres imaginarios. No ¡Estos existen de verdad! Habitan las montañas más altas de nuestro planeta, donde hace frío y el aire es más transparente. Descansan durante el día, pero al empezar la noche lanzan su mirada hacia el cielo repleto de astros luminosos buscando, en silencio, la quintaesencia del universo”.
Así ve Franco Della Prugna, físico egresado de la Universidad de Los Andes, jubilado activo de la Fundación Centro de Investigaciones de Astronomía “Francisco J. Duarte” (CIDA), las cúpulas del Observatorio Astronómico Nacional (OAN) que tiene su sede en el sector Llano del Hato, municipio Rangel del estado Mérida.
Este profesional se desempeñó por 33 años en el área de Óptica Aplicada del Departamento de Tecnología e Innovación de esta institución del Ministerio del Poder Popular para Ciencia y Tecnología (Mincyt), liderada por el Dr. Nomar Villa, y hoy está de nuevo en el CIDA como Técnico Profesional Especialista en Óptica, por la importancia de su trabajo.
Tienen cualidades extraordinarias
Destacó Franco Della Prugna que los “cuatro cíclopes de la noche que viven” en el Observatorio Astronómico Nacional (OAN), a una altura de 3.600 m.s.n.m., tienen “cualidades extraordinarias” y “su principal órgano sensorial, un ojo desmesurado, posee un cristalino de vidrio y una retina electrónica muy sensible. Pesan varias toneladas y sin embargo pueden moverse con sorprendente finura y precisión”.
Estos enormes ojos del saber tienen “un cerebro electrónico y alma de explorador, los astrónomos los doman tras muchos años de práctica. Sí, el telescopio es el cíclope de nuestra era. Al igual que sus ancestros, se eleva como un gigante en la forja del conocimiento”, detalló el experto en óptica en un artículo de exquisita lectura.
Allí explicó que los “ojos de los cíclopes de la noche han crecido”, actualmente tienen varios metros de diámetro y pesan varias toneladas. Que “su visión se ha perfeccionado” y que “su cerebro electrónico, además de poseer una asombrosa memoria visual, puede llevar a cabo el procesamiento de imágenes con una velocidad vertiginosa”, tratando de ser cada día más parecidos al ojo humano, al cual “han envidiado siempre” y “gracias a la ciberoptrónica”, están cada vez más cerca de ello.
Los cuatro “cíclopes de la noche” de Llano del Hato se llaman Gran Refractor, Reflector, Cámara Schmidt (el quinto más grandes del mundo) y Astrófago Doble. “Como sus hermanos en otras montañas del mundo, abren su único ojo todas las noches despejadas para mirar cada vez más lejos en el cosmos”.
Telescopios en óptimo estado
Estas cuatro herramientas para observar objetos lejanos, el cielo nocturno, fueron intervenidas recientemente, rehabilitadas sus cúpulas y su interior, y hoy están mejor que nunca, a pesar de los años que tienen, gracias al trabajo que hizo el Gobierno Bolivariano del presidente Nicolás Maduro a través del Mincyt.
Es de recordar que en Llano del Hato el CIDA redujo la contaminación lumínica incentivando el ahorro energético, utilizando fuentes de luz debidamente apantalladas en el alumbrado público del sector Las Cañaditas, en el área de influencia del OAN, con la finalidad de preservar las condiciones naturales de oscuridad del cielo por las noches y a la vez minimizar el gasto energético, de tal manera que el trabajo de los “cíclopes de la noche”, pudiera ser más efectivo.
El presidente del CIDA, Dr. Nomar Villa, invitó a todas y todos a visitar las instalaciones del OAN, que hoy están mejor que nunca luego del proceso de rehabilitación, destacando que, para mayor información, pueden comunicarse al telf. 0426/1893450. /Prensa Mincyt/CIDA/Celina Sulbarán/Fotoleyendas: Fotos CIDA.