Kamala Harris acepta la nominación demócrata
y promete presidir "para todos los estadounidenses"
Kamala Harris acepta la nominación demócrata y promete presidir "para todos los estadounidenses"
La vicepresidenta oficialmente se convierte así en la contendiente del candidato republicano, Donald Trump
Envuelta entre gritos de "¡Estados Unidos!, ¡Estados Unidos!", y una
ovación multitudinaria, Kamala Harris aceptó la nominación presidencial
del Partido Demócrata. La actual vicepresidenta se consagró como la
número uno dentro del seno demócrata, esgrimiendo un discurso llenó de
emotividad, agradecimiento, pero también de sobriedad en momentos y con
ciertos golpes directos a su rival en la carrera por la Casa Blanca,
Donald Trump.
"Con estas elecciones, nuestra nación tiene una
oportunidad preciosa y fugaz de dejar atrás la amargura, el cinismo y
las batallas divisivas del pasado. La oportunidad de trazar un nuevo
camino. No como miembros de un partido o facción, sino como
estadounidenses", expresó Harris durante el discurso que medios
nacionales como 'The New York Times' han descrito como "el más
importante de su vida".
Con una retórica llena de alusiones a la
historia de su madre, una científica india que llegó a Estados Unidos
para continuar su investigación sobre el cáncer, la vicepresidenta
comenzó revelando su historia de infancia, construyéndose como una mujer
nacida en un enclave de la clase trabajadora estadounidense que encarna
la viva imagen del 'sueño americano'.
Presentándose como una
mujer apegada a la familia y que ha enfrentado diversas adversidades en
su vida, Harris referenció en múltiples ocasiones a su madre, a quien
profesa un respeto sustancial y cuyo lema vital podría describir la
tónica que sostuvo durante todo su discurso: "No te quejes nunca de las
injusticias, haz algo al respecto".
Sobre sus
aliados, Harris aprovechó los primeros momentos en la tarima para
agradecer al presidente estadounidense, Joe Biden, cuyo legado, según su
actual vice, será confirmado "por la historia", además de referirse
rápidamente a su compañero de fórmula, Tim Walz, que se encargó de
cerrar la noche previa de la convención y a quién le dijo directamente,
"vas a ser un vicepresidente increíble".
Entrando a la faceta más
seria del discurso, Harris hizo referencia a su pasado como fiscal en
California, donde presumió el haber combatido "a los carteles" de la
droga y al tráfico de menores en el país, así como siempre haber velado
por la clase trabajadora y todo el 'pueblo' estadounidense, a diferencia
de su rival.
Harris carga contra Trump
Sobre
Trump, la vicepresidenta dedicó varios minutos al inicio de su discurso
para advertir sobre la posibilidad de que su rival republicano vuelva a
la Presidencia, recordando que el magnate neoyorquino ha estado
implicado en diversos casos judiciales y mencionó su condena por fraude
en Nueva York, y una sentencia en su contra en el caso de E. Jean
Carroll por abuso sexual.
"Imagínense a Donald Trump sin barreras
y cómo usaría los inmensos poderes de la Presidencia de Estados Unidos,
no para mejorar su vida, no para fortalecer nuestra seguridad nacional,
sino para servir al único cliente que ha tenido: él mismo", advirtió
Harris, afirmando que Trump no beneficia a la clase trabajadora, pero sí
a "sus amigos billonarios".
Además, Harris hizo referencia al
asalto al Capitolio, enmarcando a Trump como el principal responsable de
lo ocurrido y acusándolo de querer liberar a los "extremistas
violentos" que protagonizaron una de las escenas más recordadas en la
historia reciente estadounidense. En un intento de polarizar sus
campañas, la vicepresidenta se dijo defensora de la democracia enfrente a
"la tiranía".
"Entre la democracia y la tiranía, sé donde estoy y
donde tiene que estar Estados Unidos", sentenció la vicepresidenta
estadounidense convertida a nominada presidencial para los comicios de
noviembre.
Harris finalizó en un tono
sobrio, alejado de su imagen de "optimista", detallando el cuerpo
político de su plataforma, abordando temas de interés bipartidista como
la seguridad en la frontera con México, sobre la que prometió endurecer
el control pero también reformar el sistema migratorio para facilitar el
acceso a la movilidad regular hacia Estados Unidos.
Sobre
política exterior, Harris reafirmó su compromiso con Ucrania y la OTAN,
además de abordar el conflicto israelí-palestino, que ha protagonizado
ciertas diferencias dentro de las trincheras demócratas, afirmando que
está comprometida con "asegurar que Israel tenga su derecho a
defenderse", pero también con la "autodeterminación de los palestinos".
En
un momento de tensión, la vicepresidenta se mostró enérgica en
sentenciar que "ahora es el momento de tener un acuerdo por los rehenes y
un cese al fuego".
Harris "lleva la alegría" al Partido Demócrata
El
último día de la convención demócrata estuvo rodeado de una sensación
de alegría y positivismo extremo, en contraste a lo visto en la
convención republicana, con un tono más serio y apelativo al
nacionalismo estadounidense. Ambos eventos encarnaron en el ambiente la
narrativa propia de sus candidatos.
Ya en el tercer día, el
compañero de fórmula de Harris y gobernador de Minnesota, Tim Walz, se
encargó de resaltar la figura de la actual vicepresidenta
estadounidense, alabando su carrera política, pero el discurso fue más
allá, ya que, entre líneas, el 'Coach' intentó encuadrar la figura de
Harris como una imagen de esperanza para el progresismo y la clase
media, pero también como un contraste a la retórica 'oscura' propia del
trumpismo.
Los ponentes del cuarto día siguieron la línea de
Gretchen Whitmer, gobernadora de Michigan; Roy Cooper, gobernador de
Carolina del Norte; Randi Weingarten, presidente de la Federación
Americana de Profesores y Al Sharpton, activista clásico por los
derechos civiles y la justicia social, fueron algunas de las figuras
afines al progresismo estadounidense que le prepararon la tarima a
Harris antes de su salida estelar.
En todos sus discursos, los
distintos oradores enaltecieron la figura de Kamala Harris como una
exfiscal comprometida con el respeto a la ley estadounidense, pero
también comprensiva con las causas sociales y preocupada por las
distintas luchas históricas del país, incluyendo la de los migrantes, al
ser hija de padre jamaiquino y madre india, y de la comunidad
afroamericana.
Sharpton llevó al escenario a
cuatro de los 'Cinco Exonerados', un grupo de hombres, afroamericanos y
latinos, que fueron falsamente acusados y condenados por el delito de
violación en 1989, y por los que Donald Trump, en su tiempo, habría
pedido la pena de muerte. Los 'Cinco Exonerados' son figuras vivas de la
lucha de la comunidad afroamericana contra la injusticia del Poder
Judicial estadounidense.
"Veo a una candidata que ha tratado de
reformar y defender la ley, y a un hombre que asume erróneamente que su
ficha policial atrae a los negros estadounidenses", expresó Sharpton
durante su discurso.
Conceptualizada como una candidata
presidencial de clase media, cercana con la ciudadanía, familiar, joven,
alegre y con la palabra "protectora" en repetición durante los
discursos de sus aliados, la imagen construida sobre Kamala Harris en
los cuatro días de la convención son casi que antagónicos a la imagen de
imbatibilidad y supremacía que le fue otorgada a Trump en el evento de
su partido.
La guerra en Gaza, protagonista -relegada- de la Convención Nacional Demócrata
Aunque
dentro del United Center de Chicago existía un ambiente de júbilo,
afuera del recinto la protesta se mantuvo constante. Como en la apertura
de la Convención Nacional Demócrata, miles de ciudadanos se congregaron
en una manifestación en favor del pueblo palestino, pidiendo que el
Gobierno estadounidense termine con el apoyo militar a Israel.
Con
camisetas de "no en nuestro nombre", algunos de los manifestantes se
mostraron indignados por la no inclusión de la causa palestina dentro de
la convención demócrata, que alojaba a un manojo de figuras políticas
de relevancia para el progresismo estadounidense, pero que ignoraron las
consignas de los manifestantes.
"Estoy muy a favor de Kamala y
Walz, pero deberían haber sido incluidos", dijo Lisa Pint, voluntaria de
61 años para la logística de la convención demócrata, que afirmó para
AP haber salido a las calles para atestiguar de manera "neutral" las
peticiones de los inconformes, haciendo referencia a que la
representación de los manifestantes propalestinos tendría que haber sido
incluida de alguna manera en el programa del evento.
La
inconformidad de un sector demócrata con el manejo de la administración
Biden a la violenta ofensiva israelí sobre la Franja de Gaza ha
provocado un efecto político importante dentro del partido, con el
fenómeno de los "no comprometidos" ganando relevancia durante las
primarias demócratas en algunos estados, y con protagonismo en las
presiones internas en contra de la reelección del presidente, que
finalmente dieron frutos con su renuncia a la candidatura.