Mérida, Enero Sábado 25, 2025, 03:32 pm
Cada 11 de septiembre se celebra el Día de la Virgen de Coromoto,
Patrona de Venezuela, en honor a su coronación canónica. La fe de esta
advocación mariana se remonta a más de 300 años en el país.
El
domingo 8 de septiembre cientos de feligreses se congregaron en el
Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto, ubicado en la ciudad de
Guanare, estado Portuguesa, debido a que ese día, pero de 1651 se le
apareció al cacique Coromoto.
¿Qué es la coronación canónica?
De
acuerdo con la religión católica, una coronación canónica es un proceso
mediante el cual la Iglesia otorga la mayor distinción a una imagen
para destacar la devoción por una determinada advocación de la Virgen
María.
La primera aparición de la Virgen de Coromoto
De
acuerdo con la leyenda, en 1651 el cacique Coromoto, perteneciente a la
tribu indígena Cospes, se dirigía a una montaña en Guanare. Al llegar
al lugar, se encontró con la imagen de una mujer que sostenía entre sus
brazos a un niño.
La Virgen se dirigió al cacique en su lengua y
le pidió que saliera a donde estaban los hombres blancos para recibir el
bautismo y poder ir al cielo, de acuerdo con la historia publicada en
la página web del Santuario Nacional Nuestra Señora de Coromoto.
Coromoto
se dirigió a un español llamado Juan Sánchez y le comunicó su decisión y
la de su tribu de complacer a la Virgen. El español se disponía a
realizar un viaje de ocho días hacia El Tocuyo, por lo que los indígenas
lo acompañaron.
Cuando Sánchez comunicó a las autoridades la
noticia, fue nombrado encomendero de los indígenas y se le ordenó
adoctrinarlos en la fe católica.
Virgen de Coromoto, una celebración virtual en toda Venezuela por pandemia
Segunda aparición de la Virgen de Coromoto
Con
el pasar de los días, el cacique se sentía triste por haber abandonado
sus bosques y dejó de asistir a las enseñanzas religiosas. El 8 de
septiembre de 1652, la Virgen de Coromoto se volvió a manifestar ante el
cacique en su choza.
El cacique estaba molesto y le reclamó a la
virgen, en medio de su rabia la apuntó con una flecha, pero luego se
arrepintió y la virgen desapareció.
Antes de desaparecer, la
virgen le dejó al indígena una imagen de ella misma. El sobrino del
cacique le contó la historia de la segunda aparición de la virgen a Juan
Sánchez y los llevó hasta la choza en donde se encontraba la imagen de
la virgen.
A pesar de que Sánchez fue hasta un pueblo y le contó
al sacerdote la historia, el cura no le creyó, por lo que decidió
resguardar la imagen de la virgen en su casa.
La muerte del cacique