Mérida, Octubre Domingo 13, 2024, 12:31 pm
Más de 200 kilos de trigo cultivaron trabajadores de la Fundación Centro de Investigaciones de Astronomía (Cida), en terrenos del Observatorio Astronómico Nacional (OAN), de Llano del Hato, municipio Rangel del eje Páramo de Mérida.
Ya el trigo se encuentra en espacios del Cida, ubicado en la Av. Alberto Carnevali de la ciudad de Mérida, donde lo terminarán de preparar para luego ponerlo a disposición de los trabajadores de la institución, a un precio muy accesible en comparación con los montos en el mercado privado.
El trigo es un alimento muy importante, aseguró Pedro Grima, presidente del Cida, quien se siente muy satisfecho por el éxito de esta cosecha. “La gente normalmente lo consume como harina, pero es un cereal y se puede usar mezclado con arroz (…); es un complemento polivitamínico muy importante para los niños, porque tiene un complejo B que muy pocos alimentos lo tienen (…), vitamina B14, B16, entre otros complementos alimenticios que hacen que ese plato de arroz se convierta en un alimento repotenciado”.
El proyecto lo inició el Cida a principios de 2018, experimentando con este tipo de cultivo porque nunca lo habían hecho en el observatorio y no sabían muy bien qué terreno era el propicio.
“Inventando se aprende”
Hicieron dos siembras piloto, uno de los sitios no era idóneo, explicó el Presidente del Cida, porque en diciembre sopló una helada muy fuerte y se maltrató el cultivo; mientras que en el otro sitio donde esparcieron mayor cantidad de semillas, la cosecha fue exitosa, sí funcionó.
Para esto dispusieron de aproximadamente una hectárea de terreno. Grima destacó que la inversión, con recursos propios, fue muy poca. Compraron un saco de trigo que les costó, en su momento, cinco millones de bolívares fuertes, lo que actualmente serían 50 bolívares soberanos; proyecto que adelantaron porque “inventando se aprende” y hoy tienen la satisfacción de haber logrado el objetivo.
Explicó Grima que el trigo lleva muy poco abono, no tiene mucha complicación con respecto a su cultivo. “Entre que aramos el terreno, lo sembramos, lo recogimos, en todo eso pasó un año aproximadamente (…); ya está listo para el consumo. Hay que contarlo, trillarlo, tiene un proceso”.
Destacó además, que contaron con la asesoría de Agropatria, gracias a la alianza que tienen con esa institución del gobierno bolivariano, que les facilitó un técnico para que los apoyara en el proyecto.
Para los escépticos, los que dicen que en Venezuela no se puede sembrar trigo, esto es una muestra de que sí, con ganas de hacerlo, voluntad, dedicación y esfuerzo. Para los trabajadores del Cida se convirtió en una experiencia muy grata que comparten con los merideños, a quienes animan a cultivarlo. (Prensa CIDA/CS/25-03-19).