Mérida, Abril Miércoles 23, 2025, 11:15 pm
...continuación parte I
-¿Quiere decir que la Constituyente no sacará a
Venezuela de su peor atolladero?
-Al comienzo trataron de venderla como la panacea
del siglo. Luego, al comprobar el presidente que tal mentira era del tamaño de
su incapacidad para gobernar al país, y que los resultados del referendo no lo
beneficiaron, se prepara ahora para actuar al estilo Jalisco: si pierde,
arrebata;
-¿Cómo impedir que acciones de esa naturaleza
lleguen a sucederse?
-Ese reto debe asumirlo una oposición, serena y
firme, que termine por imponerse a las pretensiones totalitarias del
oficialismo. La sindéresis y el talento, reitero, deben ganarle terreno a
la improvisación. Ahora más que nunca es
necesaria la cordura para impedir que se entronice la anarquía.
-¿Cuál debe ser el papel de AD en esa línea
oposicionista?
-Dije en declaración de prensa que la posición de
mi partido, muy definida y robusta, es la mejor respuesta a los constantes
ataques a las instituciones por parte del presidente de la República, de paso,
muestra indudable de su marcada tendencia hacia el autoritarismo.
-Usted también recordó que es imposible pedirle
peras al olmo.
-Sí. La actitud asumida con su conducta en todas
sus manifestaciones se corresponden con ello, y no eche en saco roto lo de la
psicopatía.
-Retornemos a la Constituyente que, de paso,
resultará en extremo cara.
-Sí, ya supera los 34 mil millones.
-Mucho dinero.
-Sobre todo para financiar propósitos de dictadura
constitucional.
-Correcto. Pero a los que se fueron se les acusa de
no haber trabajado para combatir la pobreza crítica.
-¿Los que se fueron para dónde?
-Según Chávez, al degredo.
-Entre los que llegaron hay muchísimos camaleones
que simplemente cambiaron de boina. Ahora usan la roja
-¿Pruebas?
-Nepotismo, imposiciones, fundamentalismo, culto a
la personalidad. Sólo faltan las estatuas que le igualen a Kim Sun. Pero ya
vendrán.
-Le repito: a ustedes los acusan de no haber hecho
nada a favor del pueblo en los cuarenta años del puntofijismo..
-Que se miren en un espejo y se pregunten de dónde
vienen. Negar que la democracia fomentara progreso, transformación y desarrollo
en todos los niveles, es un absurdo. ¿Y dónde dejamos la promoción social?
-Esa es su opinión.
-Y la de una mayoría consciente de tales verdades;
de gente que sin rencor le reconoce a la democracia esos logros. Lo otro,
repito, es la negación hasta de lo que se personifica.
-Usted, recuerdo, criticó en muchas ocasiones la
lentitud del proceso de conversión de una democracia casi boba en una
democracia avispada. Es decir, más presta a los cambios que a la quietud y
complacencias. Por tanto, no es Chávez el primero en querer una democracia
participativa.
-Sí. Es cierto. Pero los métodos son diametralmente
opuestos.
-Pero podría convertirse en el primero a quien sí
le hagan caso. ¿Qué pasó con usted? ¿No aceptaron o no entendieron su objetivo?
-Hacia ese fin implementamos determinadas acciones
que, en el camino, algunos olvidaron, otros desecharon de plano y hubo quienes
definitivamente no las entendieron.
-Era un reto.
-Un reto que lamentablemente no pudo ser cumplido.
-Que, de paso, le dejaron el camino, facilito, a
Chávez.
-Para que se alzara con el santo y la limosna,
destilando demagogia y populismo
-En ustedes, y a su tiempo, ¿no sucedía lo mismo?
-En nuestro tiempo, hay que decirlo, se hizo lo que
se pudo. En el presente, se disimula el fracaso y la incapacidad de los
chavistas en funciones de gobierno, sacando a la calle a las Fuerzas Armadas a
cumplir cualquier clase de tareas. Es la confusión de la gimnasia con la
magnesia.
-¿Por qué ustedes no las sacaron a cumplir iguales
menesteres?
-Porque nunca pretendimos desnaturalizarlas
-Esa es su opinión.
-Y también la de muchos venezolanos que con
preocupación observan el rumbo desviado que el actual presidente quiere
imponerle a los hombres de uniforme:
-Ese rumbo, según Chávez, los habrá de conducir a
la anhelada Quinta República.
-Utopía. Los conducirá, sí, a convertirse en
instrumento; en estructura, en maquinaria, en un ejército de manos levantadas
hacia el líder único, el jefe máximo del partido único
-¿De verdad cree usted que la constituyente
rescatará del olvido a la democracia como algunos piensan; que la hará
realmente participativa, como algunos quieren y la adecentará como algunos
sueñan?
-Visto así, suena bonito. Pero esas consideraciones
no son nada novedosas. Desde siempre han sido aspiraciones, no ajenas a lo
obtenido en alguna medida.
-Y en ese nivel se quedaron.
-Sí. Pero sin petrificarse.
-¿Cómo hacer para revertir esa situación, pero en
democracia plena?
-Ahora, que son tiempos de cambio, vigilando que
las discusiones y propuestas en el seno de la Asamblea Nacional Constituyente
tengan una definida orientación democrática y no totalitaria. Lo creemos
necesario, no vaya a olvidársele a quienes hablan de cambios la obligación en
que están de ser ellos los primeros en dar el ejemplo; no vaya a suceder que,
por transitoria mayoría, los arrebatadores logren imponerse a los serenos y los
irresponsables logren constituyentizar el golpe de estado como fórmula única
para imponer la justicia social; y convertir a Venezuela de nación libre y
democrática, ansiosa de paz y de progreso, en un campo de concentración, en una
dictadura.
-El presidente acaba de decir que disparará plomo
grueso.
-Él tiene ventaja: es dueño del arsenal; de los
rifles, de las bombas, de los tanques, de las balas, pero no de la razón y de
las ideas.
-¿Usted cree realmente necesario ir a una
Constituyente?
-Eso fue producto de la fantasía especulativa. La
constitución pudo muy bien reformarse en cuanto fuese indispensable y requerido
por las urgencias de estos tiempos. No sucedió así, aunque todo estaba a favor
de esas reformas. Pero el descabezarla ahora resultará para el presidente una
victoria pírrica, por lo demás. Ojalá que al país no le resulte terrible, en
todos los sentidos.
-Esa fue, no hay qué dudarlo, una buena bandera
electoral.
-Hitler, en nombre de la democracia, también izó
muchas banderas, que la gente flameaba. La mayoría eran negras y grises;
colores de la muerte.
-Pero, como usted mismo lo reconoce, la gente ayudó
a Chávez a izar esa bandera, que denominó la de los cambios.
-Sí, pero probado está en la Historia que los
pueblos (al fin hombres y mujeres) también se equivocan.
-Posiblemente a consecuencia de los errores que sus
líderes cometen.
-Sí. Es una verdad de Perogrullo, pero verdad al
fin y al cabo, los cambios pudieron darse sin necesidad de recurrir a una
constituyente.
-Entonces, ¿por qué los dos últimos gobiernos,
socialdemócrata el uno, socialcristiano el otro, no avanzaron hacia ese
propósito?
-La respuesta puede ajustarse a lo que
anteriormente expresé: mucho de irresponsabilidad, mucho de olvido y mucho de
exceso de confianza.
-Eso les generó la derrota electoral.
-Y ojalá que sea eso nada más.
-¿Qué hará AD para superar ese gravísimo escollo,
esa grieta ya tan honda entre el factor pueblo-voto y sociedad-apoyo?
-Abrirse a la sociedad, mediante un proceso honesto
y realista en el cual, reestructurándose, corrigiéndose, modernizándose y
democratizándose en todos sus niveles, pueda resurgir fortalecida, incluso en
su plataforma ideológica, y retomar la conducción del pueblo en paz y en
democracia, hacia un mejor destino. El pueblo no quiere dictadura. Por eso AD
acepta su verdad: debe apurar sus propios cambios, en alianza con los no
viejos.
-¿Decirle adiós a la política del dedo, a los
cogollos, a las Imposiciones? También a la pasividad, la desidia, la rencilla,
el clientelismo y el grupalismo. Los partidos tienen que protagonizar, en
extremo, un proceso de cambio sustancial, integral, definitivo.
-Se les venía insistiendo en tal asunto. No
escucharon la voz del pueblo, que dicen ser la voz de Dios. Ya no queda duda ni
tiempo que perder. Y vamos, por buen camino.
-AD, entonces, ¿está apurando el paso?
-Sí. En ese camino ya el CEN aprobó la elección,
por la base, de todas sus nuevas autoridades, a cualquier nivel de su
estructura. Esa medida será inquebrantable. Y no será la única
-Así lo dijeron de otras decisiones que terminaron
perjudicando mucho más a la militancia, fortaleciendo a los que desde siempre
mantuvieron el poder, tanto en el CEN como en los CES.
-Repito, hubo errores. Pero todos rectificables. Y
es lo que se está haciendo
-¿Acaso lo que, sucede en AD-Mérida terminará
siendo una abierta rectificación que permitirá el retorno, como usted
recomienda, de la sindéresis, del talento, de la cordura y de la propia
democracia interna?
-Esa es la intención, amigo mío. Y la peor
diligencia es la que no se hace.