Mérida, Mayo Jueves 19, 2022, 05:19 am
Dormir es un momento sagrado, para todo ser vivo en
el que la tranquilidad debe predominar, sin embargo, tener un buen sueño se
hace un poco complicado debido a diversos factores, entre ellos los ronquidos y
algunos problemas que se esconden tras él, un tema que no se acostumbra a
evaluar para determinar sus causas y cómo prevenirlos.
La odontóloga Yolymar Sorate explica que, “el
ronquido es un fenómeno sonoro que tiene lugar durante el sueño como
consecuencia de la vibración en las estructuras naso-orales” y destacó que una
de sus causas se debe a que el aire en la vía respiratoria superior no fluye
correctamente.
Los ronquidos pueden deberse a problemas en los
rasgos físicos de las personas, como el tabique desviado, cuello corto,
hipertrofia en los cornetes y el sobrepeso.
El ronquido también puede generar problemas más
peligrosos, por ello es necesario consultar tanto a un médico como a un
odontólogo, que ayude a determinar si el ronquido oculta la presencia del
Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS).
El SAOS es probablemente el trastorno más frecuente
durante el sueño, muchos tienden a confundirlo con roncar y en parte se debe a
que uno de sus síntomas es este, la especialista explica que estas crisis o
pausas en la respiración pueden durar de pocos a varios minutos y que “a menudo
ocurren entre 30 veces o más por hora, por lo general la respiración vuelve a
la normalidad después de un ronquido fuerte o con un sonido que la persona
emite como cuando se atraganta”.
“Los pacientes
con SAOS tienen un bloqueo de la vía respiratoria superior que puede deberse a
diferentes trastornos anatómicos o patológicos” Explica la odontóloga, por lo
que describió algunas acciones que realizan los pacientes cuando duermen, como
que “la lengua se desplaza hacia atrás y contacta con las paredes lateral y
posterior de la faringe, en otros casos la lengua puede no contactar con las
paredes de la faringe, pero cuando el paciente intenta inspirar, la presión
negativa creada succiona la lengua y las paredes de la faringe.
Los pacientes con este trastorno suelen mostrar un
ronquido intenso, crónico y alto, además pueden presentarse síntomas tanto
diurnos como nocturnos que pueden ayudar a identificarlo y diferenciarlo de los
ronquidos comunes, para esto Sorate clasificó algunos de ellos:
Signos y Síntomas de sospecha (nocturnos):
Ronquidos Apneas observadas (ocasiones sin respirar)
Episodios asfícticos (sonidos de asfixia)
Movimientos anormales (intentos del cuerpo por salir
de la apnea)
Diaforesis (sudoración excesiva) Nicturia (adultos) /
enuresis (niños) (aumento de la frecuencia nocturna de orina)
Pesadillas y sueño agitado
Reflujo gastroesofágico
Síntomas de sospecha (diurnos):
Excesiva somnolencia diurna
Sensación de sueño no reparador
Cansancio crónico
Cefalea matutina
Irritabilidad
Apatía y depresión
Dificultades de concentración y pérdida de memoria
Disminución de la libido
Sorarte aclara que “es posible corregir el ronquido y
el SAOS simplemente sugiriendo modificar ciertas áreas de conducta como la
posición para dormir, o la presencia de hábitos como el consumo de alcohol, el
consumo de sedante y del tabaco, así como el peso del paciente” y que el uso de
fámacos no ha demostrado realmente eficacia por lo que la odontología no lo
recomienda como una posible solución.
El tratamiento odontológico consiste en la terapia con dispositivos bucales de avance mandibular (DAM) y funcionan tanto para los ronquidos como para la apnea, en el que es necesaria la creación de un dispositivo hecho a la medida para utilizar durante el sueño, este ayuda a que no haya obstrucción en las vías respiratorias; también existen alternativas que alivian, más no los eliminan, como infusiones de menta o eucalipto que abren las vías respiratorias y suavizan la garganta. EUD