Don Chucho por Carlos Guillermo Cárdenas D.

Al cumplirse el vigésimo quinto aniversario de su fallecimiento hoy 25 de octubre, una luz eterna desciende del firmamento para abrazar el alma de doña Gladys, su compañera eterna.

 

Don Chucho, que regó en este mundo sabiduría, solidaridad, compasión como galeno de niños. Que formó una familia bajo los preceptos del cristianismo. Que su hogar fue ejemplo, como lo expresara Gladys su hija, de bondad y comprensión, nunca alzó la voz y ni elevó una reprimenta indebida; que con su ejemplo supo trazar la ruta vital de sus hijos Nestor Manuel, Juan Carlos, Gladys y José Francisco. Que quiso a sus nietos como propios, con los bisnietos hubiese sido igual.

 

Que fue un dignísimo representante de la medicina que se ejerce con vocación y esmero. Creador de la pediatria moderna a nivel regional. Primer neonatólogo formado en el Hospital Infantil de México. Representante del pueblo de Mérida ante el Concejo Muncipal. Que ejercició con pulcritud y probada honradez la Presidencia del Concejo Municipal de la Distrito Libertador. 

 

Ese doctor José Jesús Avendaño escribió páginas gloriosas en los anales de nuestros estudios médicos. Modernizó la pediatria, la actualizó bajo los preceptos de la atención al niño sano y enfermo, con criterios científicos. Le dio el valor humano a la atención del niño. Fue un profesor ejemplar. Mi título de médico lleva su firma como profesor. 

 

Releí anoche la hermosa carta que el ex rector Pedro Rincón Gutérrez, cómo embajador escribió desde Bucarés, Rumanía, el 11 de noviembre de 1997. "En el discurso que pronunció como motivo de las Jornadas Nacionales de Pediatría, está retratado Chucho, el amigo leal y sincero, el profesional digno, serio y responsable, el docente estudioso y maestro ejemplar, y el hombre bueno en el sentido cabal del poeta Antonio Machado. Y el cálido familiar que supo ser padre amoroso, singular esposo, solidario bajo arraigados preceptos cristianos que los practicó sin poses ni alardes".

 

Asi conocimos a Don Chucho, que hoy recordamos en estos primeros 25 años de su vieje eterno, hoy más presentes en tiempos de atribulación e incertidumbre de nuestra amada tierra merideña. Paz a su alma

 

Mérida, 25 de octubre de 2022