Mérida, Febrero Lunes 17, 2025, 03:43 pm
ROSARIO PÉREZ
Diario ABC
de Madrid
Gloria a los caballos bravos, gloria a los caballeros. Gloria a Lío, un tordo lusitano con un arrojo para hacer tres ejércitos, con un temple de altísima escuela, con una elasticidad abrumadora. Gloria a Diego Ventura, sencillamente deslumbrante. Una faena de Champions cuajó cuando doblaba la atardecida frente a un sexto muy abanto ante el que había que exponer mucho y tener la mente completamente despejada. Qué conocimiento de los terrenos y las distancias del jinete de La Puebla, que apostó y tiró la moneda al aire con un valor descomunal. Hay que tener mucha seguridad en una cuadra para plantarse con ese aplomo y firmar la pieza más redonda de la feria. A caballo, sí, pero con más torería que la mayoría de las desarrolladas a pie.
Brindó Ventura a Florito y esperó al Colombiano sexto frente a la puerta de chiqueros para cuartear con tremendo mérito y poner un rejón de castigo a lomos de Guadalquivir. Qué pocos son capaces de hacer eso; quizá, sólo uno hoy. Muy torero, cinceló un muletazo con la banderola al toro de Los Espartales de más seriedad y, también, de más complicaciones por su distraída y mansa condición, aunque agradecido al inteligente trato de Diego. Tras el intenso prólogo, sacó toda su artillería a lomos de Lío para formar uno de ídem. Ya esa manera de caer en la montura, con la rienda en la izquierda y la palma de la derecha toreando, era una postal, un anuncio de la grandeza que se avecinaba. Qué capacidad para fijar a Colombiano, andándole hacia atrás hasta clavar banderillas al quiebro. Ceñidísimo, sintiéndose y arriesgando. La Monumental era un clamor, con el gentío extasiado ante tanta verdad. En pie se puso la plaza mientras despedía a Lío. Y otra vez cuando trazó la vida a dos pistas sobre Fabuloso, con hermosinas y quiebros por los adentros, mientras jugaba con las querencias y administraba el gas del espartal. Citaba de frente Ventura y los tendidos eran un oleaje de pasiones, un manicomio que ya buscaba los pañuelos cuando clavó tres cortas al violín antes de enterrar un rejonazo. Incuestionables las dos orejas que le abrían su Puerta Grande número diecinueve.
Una y media perdió en el tercero por marrar en la hora final. Pero la obra había sido puro espectáculo de toreo ecuestre con Velázquez, Nómada y Bronce. Qué fenómeno de caballo, qué corazón, capaz de desafiar a toros de toda condición. Soseó este Utilero y tuvo que poner la carne entera en el asador con el bayo sobre el que coloca pares sin la cabezada y que pega bocados en medio del «oooohhh». La ambición de Ventura se montó encima del toro, pero aquello se difuminaría con el acero. El magisterio máximo estaba por llegar...
Fue una interesante tarde, en la que Diego marcó
la diferencia. Pero antes se había visto una centrada labor de Rui Fernandes
con un destacado lote –qué son tuvo el primero, pese a su salto olímpico al
callejón– y el buen toreo clásico de Sergio Galán, que cortó una oreja del
colaborador segundo y se quedó en el umbral en el quinto.
FICHA DEL FESTEJO
Toros de Los Espartales, de buen juego en conjunto, pese a sus flecos mansos.
Rui
Fernandes, pinchazo, medio
horrible, tres pinchazos, rejón traserísimo, caído y atravesado y descabello
(silencio).
Sergio
Galán, rejón trasero y contrario
(oreja); pinchazo y rejón (petición y saludos).
Diego Ventura, cuatro pinchazos, rejón y descabello (silencio); rejón (dos orejas).
Monumental de las Ventas. Sábado, 1º de
junio de 2024. Vigésima corrida. 22.117 espectadores.