Un grupo de individuos de baja calaña vulneran la seguridad peatonal tras el robo de parte de las barandas del viaducto Sucre, acción vandálica que se viene cometiendo en perjuicio de esta importante infraestructura desde hace tiempo, sin que el organismo que le compete haga algo para evitar que continúe el desmantelamiento de estas barreras de protección.
La peligrosidad aumenta cuando ciudadanos, con afecciones mentales e inclinaciones suicidas, ven la posibilidad cierta de lanzarse por falta de las barandas.
El alcalde del municipio debería implementar el envío de inspectores de su Departamento de Ingeniería Civil para constatar, en sitio, la situación que pudiera agravarse con sucesivos robos del barandaje.
Transeúntes que a diario recorren este trayecto, que comunica las avenidas Andrés Bello y Las Américas, sienten miedo a la hora de caminar por este viaducto al ver que determinados tramos no cuentan con las barandas.
Sin presencia policial
En el mencionado viaducto, según transeúntes, se ha desatado una ola de robos por parte de individuos que operan desde hace tiempo en perjuicio de las personas que a diario circulan por el lugar para ir a sus trabajos, clases o a sus hogares.
“Tenemos tiempo que no vemos policías en el viaducto, solo vienen cuando alguien se lanza al vacío, pero nunca observamos que hay seguridad para prevenir cualquier situación de inseguridad”, expresó Maritza Salomón, habitante de Santa Bárbara.
Los vecinos de este sector, así como transeúntes, hacen un llamado al comandante de ZODI 22 Mérida para que ordene de inmediato un dispositivo de seguridad en el referido viaducto, para evitar que sigan robando las barandas y a las personas que frecuentan esta importante vía de la entidad.
Cabe destacar, que el gobernador del estado Mérida, Jehyson Guzmán, viene equipando sistemáticamente los organismos policiales para su alta operatividad a favor del pueblo, pero no se entiende tanta desidia dentro de la institución.