Mérida, Enero Viernes 27, 2023, 10:53 am
A lo largo de estos dos últimos fines de semana de agosto, nuestra
Parroquia Santiago ha vivido la experiencia de los retiros de Emaús, hacer
camino con el Señor y dejar que ardan nuestros corazones, a partir del
Evangelio de Lucas 24, 13-35, toda una experiencia transformadora que ha
removido interiormente a miles de personas de en el mundo, fruto de un
verdadero encuentro con el amor de Dios.
En medio de un mundo que nos atropella con un torbellino de información,
ruidos y múltiples ofertas para “vivir con calidad”, que mejor regalo que
permitirnos un fin de semana de renovación, sanación y nuevos compromisos para
vivir como hombres y mujeres nuevos, renovados por el Espíritu Santo. (Rom
8,15).
Las experiencias de los retiros de Emaús se remontan al año de 1978, en la
ciudad de Miami (Estados Unidos) de manos de Mirna Gallagher y un grupo de
mujeres, bajo la compañía espiritual del señor obispo y su párroco. El
testimonio de tantos hermanos tocados por la acción del Espíritu llevó a su
pronta expansión por todo el mundo, pronto fueron acogidos en Argentina, por el
entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, así como en España y el resto de países de nuestra América Latina.
Abrir
nuestra mente y corazón a esta gran vivencia personal es sentir como el Señor
va transformando nuestras vidas para que seamos en verdad testigos de su amor
en el mundo.
Es aquí
donde está clave del camino de Emaús, el testimonio, un comenzar de nuevo, un
pasar la página, para no seguir haciendo las cosas a mi manera, sino a la
manera de Dios, alentados por el ejemplo de tantos testigos, que no pueden
dejar de contar lo “que hemos visto y oído” (1Jn 1,3) la presencia del
Resucitado que transforma en su totalidad la existencia humana que se abre a la
novedad del Evangelio.
Por ser una experiencia personal de fe, los retiros de Emaús están abiertos
a todos los credos y confesiones, en tiempos de una Iglesia que busca caminar
juntos en la misma dirección, una Iglesia en salida, presente en las
periferias.
Los Retiros de Emaús son, por
tanto, una buena opción para esta nueva evangelización en salida, como nos lo
invita el Papa Francisco en Evangelii Gaudium (EG 68-75-102): “Ser Iglesia es
ser Pueblo de Dios” Si queremos renovar nuestras parroquias y crear un nuevo
estilo de pastoral es necesario superar todo clericalismo… los laicos son
simplemente la inmensa mayoría del Pueblo de Dios. A su servicio está la
minoría de los ministros ordenados. Ha crecido la conciencia de la identidad y
la misión del laico en la Iglesia, es importante la toma de conciencia de esta
responsabilidad laical que nace del Bautismo y de la Confirmación se manifieste
en una verdadera participación, basados en el hecho de que todos los fieles
están habilitados y son llamados a que cada uno ponga al servicio de los demás
los respectivos dones recibidos del Espíritu Santo”.
En Emaús
participan laicos y consagrados, católicos con gran formación y personas no
creyentes, ateas o de otras religiones,
muchos de ellos con grandes cargas de sufrimientos que, al igual que los
discípulos de camino, andan por el mundo sin esperanza ni consuelo, pero que,
al partir el Pan de Vida, la eucaristía como centro y culmen de la vida
cristiana, son capaces de reconocer al que hace arder el corazón, Jesucristo
Resucitado.
Quiera Dios que los retiros de Emaús nos ayuden a recuperar la fuerza, la
luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, con una comunidad de fe que se
encarna en el Evangelio Vivo, que de un horizonte de sentido y de vida nos haga
gritar con gozo: ¡Jesucristo ha resucitado, en Verdad Resucitó!
Mérida, 28 de agosto de 2022.