Mérida, Abril Jueves 17, 2025, 09:07 pm
Qué pena que no vino más público
este jueves por la noche a la corrida a beneficio de Tauromaquia Mexicana,
porque estaba claro que los ocho toreros del cartel iban a salir a jugársela en
aras de justificar su inclusión en este cartel de distintas nacionalidades.
Y tanto los toros de El Junco,
como los toreros, dieron un atractivo espectáculo en la Monumental de
Aguascalientes, donde Angelino de Arriaga se convirtió en el máximo triunfador
al corta las dos orejas al cuarto, bautizado como "Sinaloense".
El torero de Apizaco está puesto
y dispuesto, con una encomiable actitud, y no desaprovechó el buen juego del
cuarto de la noche, un toro bajito y reunido, quizá el de menor trapío de un
encierro parejo en hechuras, en el que saltaron varios toros de nota que
permitieron el lucimiento.
Desde que se abrió de capote,
Angelino ejecutó una limpia larga cambiada a porta gayola y luego jugó los
brazos con cadencia y toreó muy bien a la verónica. Llevó el toro al caballo
con gracia y lo dejó delante del picador con un torero recorte, y en ese mismo
tenor discurrió la lidia, incluido el vibrante tercio de banderillas que
antecedió a la faena en la que colaboró mucho "Sinaloense".
Abandonado a sus sentimientos,
tan relajado y abriendo el compás, Angelino se recreó en muletazos largos y
templados en los que le exigió mucho al toro, pero a cambio de expresar muchas
cosas que le llegaron al público que le coreó los muletazos con fuerza.
Y si no terminó de redondear del
toro la última parte del trasteo, que abrochó con unas ajustadas bernadinas, a
su favor habría que apuntar que se entregó sin reserva y conectó fuerte con el
público, que miró con asombro y emoción una faena con pasajes de calidad.
La estocada, como otras que hubo
a lo largo de la noche, fue rotunda e hizo doblar al toro si puntilla, por lo
que no dudó el juez de plaza, el matador César Pastor, en concederle dos
merecidas orejas que hoy lo han situado como el segundo gran triunfador de la
feria detrás de Joselito Adame.
Si esa faena tuvo mucha miga, la
de Guillermo Albán, que abrió plaza, no se quedó atrás, pues el veterano torero
ecuatoriano sacó la casta y se sobrepuso a una fuerte voltereta, incluido un
pitonazo en la nuca que lo dejó un tanto conmocionado. Y en vez de rajarse se
vino arriba y demostró que el toreo es hombría y pundonor.
Le trató mucho a ese complicado
toro de El Junco en ayudados recios, templados, tratando de taparle la cara y
llevarlo muy toreado para evitar que le volviera a levantar los pies del suelo,
y así fue como terminó convenciendo al público con una entrega total y un
carácter a prueba de fuego, antes de colocar una estocada entera de excelente
ejecución, que le puso en las manos una oreja con sabor a Puerta Grande, en
medio del reconocimiento popular en una tarde de mucho compromiso en la que
demostró ser un profesional a carta cabal.
Y de esa primera demostración de
raza torera, se desprendió lo demás, pues quizá sus compañeros pensaron que los
toros no iban a dar opciones. Pero, salvo el huidizo sexto, que manseó de
continuo en la muleta de un esforzado Sergio Garza, el resto de los ejemplares
tuvo maticas muy interesantes.
Luis Bolívar toreó bien con el
capote, con empaque y solvencia, y luego hizo una faena breve, estructurada,
ante un toro deslucido con el que estuvo sobrado y muy por encima de su
comportamiento.
El inicio de faena, andándole con
garbo, ganándole terreno, fue uno de los pasajes más toreros de la corrida,
amén de otros muletazos asentado, haciendo las cosas con cabeza y calidad,
incluida la estocada con la que culminó una actuación que dejó al público con
ganas de verlo otra vez.
Juan Luis Silis salió mentalizado
a triunfar con el tercero, que fue otro toro noble, y aunque la faena no tuvo
redondez, quizá por su lógica falta de sitio, sí que tuvo corazón y empeño, y
así fue como, tras una estocada entera, un poco caída, se llevó una oreja que
le supo a gloria lo mismo que a André Lagravere "El Galo", que cortó
otra luego de una lidia dinámica ante un toro bueno, que se corrió en octavo
lugar, y al que invitó a banderillear a Angelino y Colombo en un lúcido tercio
que corrió por cuenta de los tres.
El torero franco-yucateco estuvo
animoso e hizo una faena alegre, con un soberbio cambio de mano que fue una pintura,
y si tampoco terminó de redondear, volvió a mostrar sus cualidades y dejó en
evidencia que la gente lo mira con agrado.
De haber estado fino con la
espada, Jesús Enrique Colombo hubiera cortado la oreja del séptimo, un toro que
también tuvo buenas embestidas, sobre todo en el espectacular tercio de
banderillas del venezolano, que luego estuvo esforzado en otra faena variada en
la que intercaló diversos adornos que gustaron al público hasta que el de El
Junco comenzó a cortar el vieja. El pinchazo que antecedió a la media estocada
con la que culminó su labor, le privó de tocar pelo, pero eso no impidió para
que la gente, tras reconocer su esfuerzo, lo llamara a saludar una ovación en
el tercio.
Otro tanto le ocurrió a Joaquín
Galdós con un toro que también ofreció posibilidades de triunfo, y que se
corrió en quinto lugar. El peruano comenzó un tanto rapidillo con el capote y
se fue asentando paulatinamente para hacer una faena recia y valiente que
terminó con una serie de redondos en los que apretó al toro y la gente le
respondió con fuerza, aunque al final no le alcanzó para tumbarle la oreja y
saludó una ovación tras leve petición del trofeo.
El que no tuvo opción casi de
nada fue Sergio Garza, que anduvo correteando con mucha voluntad al sexto de la
noche, un toro que manseó en el último tercio y que, al sentirse acosado,
embistió en un par de tandas del torero de Monterrey, que luego no estuvo
eficaz con la espada y escuchó dos avisos, un resultado que no refleja la
voluntad de triunfo que había puesto desde que le dio una larga cambiada a
porta gayola en los medios, seguido de otra más, con idéntico arrojo.
Al final de la larga corrida, el
escaso público que había en los tendidos salió contento de la plaza luego de
presenciar una corrida en la que quizá tuvo la oportunidad de conocer a unos
toreros que hoy, en Aguascalientes, se dejaron la piel en el ruedo, tal y como
se la dejaron los aficionados que reunieron las 32 mil firmas que, apenas el
martes pasado, entregaron en el Congreso de la Ciudad de México, como una
iniciativa ciudadana cargada de verdadera vocación por defender a la Fiesta
Brava.
JUAN ANTONIO DE LABRA | www.altoromexico.com
Foto: NTR Toros
FICHA DEL FESTEJO
Toros de EL JUNCO, armoniosos de hechuras,
manejables en general, salvo el 1o., que fue complicado, de los que destacaron
el 4o., que fue premiado con arrastre lento, y el 7o. y 8o. que tuvieron
nobleza, y éste último también fue de arrastre lento.
Pesos: 478, 498, 497, 472,
476, 466, 480 y 480 kilos.
GUILLERMO ALBÁN (malva y oro): Oreja tras aviso.
LUIS BOLÍVAR (negro y oro): Palmas.
JUAN LUIS SILIS (verde esmeralda y oro): Oreja.
ANGELINO DE ARRIAGA (verde Nilo y oro): Dos orejas.
JOAQUÍN GALDÓS (negro y oro): Ovación tras leve petición.
SERGIO GARZA (azul rey y oro): Silencio tras dos avisos.
JESÚS ENRIQUE “COLOMBO” (verde esmeralda y oro): Ovación.
ANDRÉ LAGRAVERE "EL GALO" (negro y azabache): Oreja
con algunas protestas.
Incidencias: La corrida tuvo una duración de 3 horas y 52 minutos, y terminó al
filo de la medianoche. *** Plaza Monumental de Aguascalientes. Segunda corrida
de feria, a beneficio de Tauromaquia Mexicana. Menos de un cuarto de entrada,
en noche agradable.