Mérida, Noviembre Jueves 06, 2025, 02:57 pm
El canciller peruano Hugo de Zela informó este lunes que la exprimera ministra Betssy Chávez, procesada como presunta coautora del fallido golpe de Estado encabezado por el expresidente Pedro Castillo, se encuentra asilada en la embajada de México en Lima, según reportó la prensa peruana.
“Hoy hemos conocido con sorpresa y profundo pesar que la expremier Betssy Chávez está siendo asilada en la residencia de la embajada de México en el Perú”, declaró De Zela en conferencia de prensa, citado por El Comercio, Diario Gestión y La República.
Ante esta situación, el canciller anunció que el Gobierno del Perú decidió romper relaciones diplomáticas con México, al considerar que el acto constituye una intromisión en los asuntos internos del país.
“Frente a este acto enemistoso y teniendo en cuenta las reiteradas ocasiones en que la actual y el anterior presidente de ese país han intervenido en los asuntos internos del Perú, el Gobierno peruano ha decidido romper relaciones diplomáticas con México”, sostuvo.
De Zela también criticó la posición del Gobierno mexicano, al que acusó de haber “pretendido construir una realidad paralela” tras los hechos de diciembre de 2022. Señaló que México intenta “convertir a los autores del intento de golpe de Estado en víctimas”, y calificó de “falsas e inaceptables” las declaraciones de la presidenta mexicana, quien había calificado a Castillo como perseguido político.
El canciller aclaró que la medida no implica el cierre de los servicios consulares, y explicó que el proceso de asilo deberá seguir los procedimientos establecidos por la Convención de Caracas de 1954.
“Hasta el momento no hemos recibido una comunicación formal del Gobierno de México”, indicó.
El caso ocurre en vísperas del inicio de los alegatos finales del juicio oral contra Chávez por su presunta participación en el intento de golpe de Estado de diciembre de 2022. Su abogado, Raúl Noblecilla, declaró al diario El Comercio que no ha podido comunicarse con su defendida y advirtió que, si no asiste a la próxima audiencia, el tribunal podría ordenar su captura.
Hasta el momento el Gobierno mexicano no se ha pronunciado, pero se espera que más tarde por conducto de la Secretaría de Relaciones Exteriores haya respuesta. /El Economista